CAPÍTULO 68 Parte I

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“Que ardan

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“Que ardan... ”

—Stramonium —la rabia pesa sobre todas las cosas.

Ira, odio, una insaciable sed de venganza.

Las emociones perversas, corrosivas y altamente dañinas pueden más que el dolor de las quemaduras.

Los ojos del Diablo manifiestan contrariedad, pese a mostrarse iracundo y deseoso de cobrarles la que a él, Gaultier le debe.

Ni Ciro ni Liam entienden porqué me dejé quemar o marcar, y no espero que lo entiendan.

La explicación roza un nivel tan perturbador y demencial que no podría ponerlo en palabras.

No fue inteligencia o astucia, fueron tres meses sin descanso de seguirlos, de estudiarlos, de memorizar el pendrive de Piolín, de envenenarme el cerebro con ellos y solamente con ellos, de soñarlos, de pensarlos las veinticuatro horas...

Tres largos meses de amargura, duelo y odio.

Tres meses de malos sentimientos que hoy empezaré a drenar de mi sistema sin pena y con muchísima gloria.

«¿Por qué te vas a exponer a que atenten en tu contra?»

Esa fue la pregunta de Liam días atrás, y la del Diablo fue mucho más básica de lo que imaginaba.

«¿En serio serás tan idiota y arriesgada para permitir que el perro te ataque?»

A ninguno de los dos he respondido y no lo haré. Pedí mi espacio, pedí confianza, pedí que se salieran si no iban a permitir establecer mis propias normas de juego y ellos accedieron.

Ninguno de los dos da crédito, pero a mí se me despejaron todas esas dudas que me carcomían los retazos de alma que quedaba.

Morir quemados será su agonía.

Después de darme el festín, cumpliré con el deseo de Pía prendiendo fuego su carne a sabiendas de que no habrá momento libre de dolor para Lorena, Gaultier y Dante.

Las marcas a la larga se quitan pero la aflicción, la experiencia, el trauma... No; y por cinco minutos alcancé a probar aquello que estropeó la vida de una persona años atrás.

Por fin logré, aunque fuera apenas y una pizca, comprender que Ciro fue sometido a las más bajas vilezas en California, que no es su culpa ser un témpano de inestable hielo, que él no era hijo de puta; a él lo hicieron así...

Dancing in the Darkness © +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora