CAPÍTULO 64 Parte I

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“War of Titans, Tears of Blood”

NARRADOR OMNISCIENTE

Las goteras producen un ruido ensordecedor por más insignificante que este parezca y la oscuridad se cierne sobre el subsuelo que asemeja a una caverna medieval, castigada con interminables pasadizos.

El tintineo del agua enloquecería a cualquiera, porque el silencio que lo rodea es sepulcral; no se percibe al mundo exterior desde aquí y aquellos que se adentran sin guía, no logran salir; ya no vuelven a ver la luz solar.

Los pasillos son angostos, resbalosos forjados en la antigüedad a base de piedra caliza. Grandes adoquines encastrados uno sobre otro que desbordan moho, olor a podrido y humedad.

Marruecos es nicho de las más aberrantes torturas de la humanidad y poco se habla de ellas.

El Estrecho alberga la máxima concentración de mazmorras de África y Europa pero es tal el hermetismo en la zona franca que nada se dice sobre los cadáveres sepultados unos cuantos metros bajo tierra, en inaccesibles calabozos de donde ningún pecador ha podido escapar.

Marrakech es implacable a la hora de castigar crímenes.

Las leyes están hechas para ser atacadas y es norma regente dentro de una sociedad donde el hombre de sangre natal manda, pero el hombre extranjero desbordando poderío hace, deshace y masacra... Si se lo propone.

Las galerías subterráneas de las mazmorras constan de apretados pasadizos de circulación y celdas, y la oscuridad es el aliciente que aumenta la sensación de sofoco. El saber que metros de tierra yacen sobre la cabeza asienta el pavor de quedar encerrado en este tiránico lugar sin probabilidad de sobrevivir.

Es tormentoso incluso para el ejecutor ir avanzando donde sus presas, ya que el agua escurriendo por las piedras junto al sonido de su andar y el de sus acompañantes es lo único que inunda el fétido lugar.

—Señor —un encapuchado que no eleva la mirada a su jeque alza la voz en vistas de que pronto llegarán a destino—. ¿Los salvajes inadaptados contemplarán la luz otra vez?

El verdugo no se detiene pero sí observa con ira los cortes en sus brazos. La sangre se ha secado y la diabla le ha limpiado cada gota que brotó de su varonil rostro, no obstante, el recordatorio de un ataque a traición le pulula.

¿Verán la luz otra vez?

Hará valer su ley; la del más fuerte y sobre todo, poderoso.

Dancing in the Darkness © +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora