“Intoxicated”
Música de fondo: “No Roots” Alice Merton
El bullicio de la fiesta, con el casino más grande de Mónaco como anfitrión es más ensordecedor de lo que pareció en un principio.
Kiara se marchó a una reunión impostergable porque el trabajo nunca descansa ni se toma vacaciones y nosotras, las del staff nos hemos quedado en medio del jolgorio glamuroso de la elitista socialité europea reunida en tres salones repletos de luces psicodélicas, decoración pomposa, brillo y cristalería por doquier y una música que lejos está de gustarme.
Un electro muy fuerte y estridente que pone a vibrar cada partícula de mi cuerpo.
—¡Te obsequiaron el vestido! —a los gritos Jolie se me acerca, tomándome del brazo.
—A todas nos obsequiaron el de muestra —suelto igualándole el tono ya que mantener el diálogo en medio de tantas personas que ya se entonan con el ánimo exuberante y fiestero es asunto difícil.
—Sí pero el tuyo es el del cierre —me ojea de arriba hacia abajo negando—. ¡Habría matado por tenerlo!
—Pues no te lo voy a ofrecer —replico, aceptando la copa de champaña que el mozo brinda en su recorrido con bandeja en mano, casi que acabándomela en dos tragos—. El de la apertura es para una amiga mía, y este también.
Lo dijo Dietrich, los vestidos de muestra, aquellos que se exhiben en pasarela pasan a ser parte de la modelo.
A mí me tocaron cinco en total y todos van a ser para Lula y para Pía.—¡Pero qué putas perras afortunadas! —exclama.
Bebo el último sorbo de la champaña que burbujea en mi garganta y enarco una ceja, sonriéndole a Jolie como la maniática que soy.
—Si vuelves a llamarlas perras —ensancho mi dulce sonrisa—. Te voy a dejar los ojos morados y la nariz chorreando sangre —el asombro de Jolie es tan perceptible que me divierte. Me divierte pero no jodo, con Lula y Pía no se mete nadie—. Me caes bien pero no te pases.
Se ríe por no montar escándalo, pues a la vista está que el comentario no le gustó. Y no sólo fue el comentario, tampoco le gustó la especial atención que Kiara puso en mí durante el desfile, preguntándome cada dos por tres cómo venía sintiéndome.
No le gustó el cierre que hice con el diseñador y el empresario porque la oí llegando a camerinos a buscar mi teléfono, dejar las joyas y llevarme la bolsa directo al guardarropa del casino.
Dijo que era la mojigata con cara de mosca muerta serruchándole el piso a todas sus compañeras.Giselle me abrió los ojos en un break, explicándome que el mundo del modelaje no es sólo sexo, pasarelas, ropa fina y dinero. Es sobre todo competencia e hipocresía. Es palmearse hombros y apuñalarse espaldas. Es trepar sin importar cuántas cabezas pises. Se trata de hacerte amigas a las que luego les cortarás las alas y desacreditarás si ves que su vuelo puede llegar a ser más alto que el tuyo.
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Dancing in the Darkness © +21
General FictionLIBRO 1 DE LA SAGA DEVIL'S DANCE Harta más que acostumbrada, a vivir bajo la sombra de sus hermanos decide mudarse a Mónaco con el pretexto de renovar sus rumbos, inscribirse en una nueva Universidad y culminar su maestría en psicología. Mujer de t...