CAPÍTULO 6

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“Perverso”

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Perverso”

Miro mi smart watch una vez más, son 6:45.
Tengo quince minutos antes de subir, ducharme, desayunar algo y salir para la universidad.

Llevo cuarenta y cinco minutos corriendo por la arena, y estoy necesitando un kilómetro más para añadir a mi marca personal.

Apoyo las manos en mis rodillas, tomo aire y elongo.
Las leggins aprietan mi carne y mi top exuda calorías y alcohol. Todo lo que tomé anoche y que me urge tener fuera del sistema.

Estiro una pierna, luego la otra y me toco la punta de los Nike.

—¡Ave María! —un grupo de chicos me silban cuando pasan por mi lado.

Me enderezo y no me estreso en responder a las muecas obscenas que me dedican.
En esta posición y con calzas que me translucen la ropa interior hasta yo misma me morbosearía.
Esto, considerando que a las siete de la mañana salen de un boliche cerca de la playa y se van expresos al agua para quitarse la borrachera.

Hago crujir mi espalda y mi nuca, reprogramo Swalla a volumen máximo y marco mi cronómetro para batir mi meta.

Me tomo media botella de agua de un tirón y reanudo mi rutina.
Correr por la arena es de los ejercicios más duros que existen pero como entrenamiento es de lo mejor.

Con una rítmica y sincronizada respiración entro en velocidad de inmediato. Mi coleta va de acá para allá y con el calor del amanecer el sudor me perla de la frente a los pies.

Dormí poco, me duele la cabeza y me desperté acelerada; correr es mi cable a tierra y mi relajante natural.

Estoy en un trance espantoso donde lo único que viene a mi mente es Ciro Walker.

Aumento un poco más el ritmo.

No.

No es Ciro Walker.
Es el bulto de Ciro Walker.

Sin duda entré en un estado de morbosa curiosidad desde anoche, cuando subí al depa y lo primero que hice fue ponerme bajo la ducha y dedicarle a él mi manoseo en el agua.

Me estoy comportando como una perra pero es que... A veces lo soy y no lo puedo remediar.
A veces algo me tienta y a la vez lo detesto. Quiero tenerlo para destrozarlo y eso no está bien.

Eso no es propio de una persona cuerda.

Eso habla de una loca de mierda que se quiere tirar a su profesor porque está más bueno que el chocolate, más caliente que el verano de Mónaco y más sexoso que el mejor porno.

Me relamo y aprieto los puños enfocándome en la palmera a unos cuantos metros de mí. A ella voy a llegar. Es mi meta
Ir y venir corriendo a ver si dejo de fantasear con follarme al mentor de mi hermana y actual profesor.

Dancing in the Darkness © +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora