Scarlet Frost

♕ 3. ¿Sobre? ♕

Matteo

—Joven Matteo —habló Miguel, el chofer de casa; mirándome por el retrovisor del carro — quería pedirle disculpas por ayer no traerlo a casa.

—Oh, no se preocupe Miguel, está todo bien— contesté, él asintió para luego dirigir su mirada hacia la pista.

Llegué al colegio, me dirigí a mi casillero y note que todos en el pasillo murmuraban cosas, miré a todos confundido y abrí mi casillero.

—¿Te llegó el sobre? — la voz de Kevin hace que de un brinco del susto.

—¿Qué sobre? — cuestioné confundido.

—El sobre de los Frost — él abrió su casillero y de este cayó un sobre rojo — este sobre.

—¿Qué es? — pregunte cerrando mi casillero.

—Es una invitación a la casa de los Frost porque harán una fiesta — comentó — que raro que no te llegara a ti, considerando que tú y Scarlet son amigos.

—Si — contesté sonriendo al recordar la sonrisa de Scarlet.

—Uy, esa sonrisa es por Scarlet, ¿cierto? — preguntó Kevin con una sonrisa pícara en su rostro.

Asentí — Es que ella es diferente, digo, siempre ha sido mi crush desde pequeño pero al hablar con ella siento algo inexplicable, algo que jamás sentí.

—¿En qué sentido? — preguntó Kevin abriendo una barra de cereal.

—Cuando estoy con ella, siento que todo lo demás desaparece, y aunque solo sean segundos yo lo siento como si fuera una eternidad — expliqué.

Entramos al salón de clase y ahí estaba ella, en el mismo lugar de siempre, correctamente sentada, su ojos azul celestino fijados en su tablet, es tan hermosa. Ella alza la mirada hacia mí y sonríe.

—Hola — dije sentándome a su lado.

—Hola — ella abrió su mochila y sacó un sobre rojo — esto es para ti, quería entregarlo personalmente.

—Gracias — dije recibiendo el sobre.

—Hola Kevin — saludo Scarlet

Edgar se acerca hacia nosotros —Hola hermanita, Matteo — dirigió su mirada hacia Kevin — se te olvido ayer esto en mi cuarto — dijo extendiendo la polera favorita de Kevin, mire sorprendido a Kevin, quien tenía las mejillas rojas.

—Gracias Edgar — dijo Kevin recibiendo la polera nervioso.

—¿Puedo sentarme? — preguntó señalando el lado disponible al lado de Kevin, él asintió — gracias.

En el transcurso Kevin no paraba de observar a Edgar mientras que él estaba apuntando en su tablet; aun sigo sorprendido.
¿Por qué Kevin me había ocultado de que sale don Edgar?.

El teléfono de Scarlet sonó en plena clase, ella miró su celular y sin dudar contestó.

—Alumna—

Scarlet alzó el dedo callando al profesor — Aja, en diez minutos estamos allá — ella colgó el teléfono y agarró sus cosas.

—Alumna, usted se dirige a la dirección ahora — ordenó el profesor.

—Edgar vámonos — dijo Scarlet ignorando el comentario del profesor.

—Alumna.

Scarlet salió del salón junto a Edgar ignorando las llamadas de atención del profesor de historia, todos estábamos sorprendidos por el comportamiento de Scarlet y de Edgar.
Las clases habían terminado y mi intriga cada vez crece más del porqué Scarlet y Edgar se fueron en medio de la clase pero lo que más me preocupa fue la expresión de Scarlet al contestar la llamada, su expresión mostraba miedo y enfado.

En la actualidad estamos en la salida, Kevin está a un lado mío escribiendo algo en su celular.

—¿Cuando pensabas contarme que salías con Edgar? — pregunté, pude ver como Kevin se tenso.

—Te juro que te lo iba a decir pronto, solo... estaba buscando el momento perfecto — contestó Edgar guardando su celular — ¿y tú con Scarlet?.

Lo miré confundido — ¿Scarlet y yo qué?.

—¿Están saliendo? — pregunto.

Negué —No, eso sería un milagro.

—El sobre rojo se le entrega a personas importantes — comentó — tal vez ella siente algo por ti.

Bufé —Quisiera que ella sienta algo por mi, pero ella tiene más pretendientes y mejores que yo — vi al chofer acercarse — me tengo que ir, adiós.

Subí al carro y Miguel empezó el transcurso hacia casa; Scarlet es una chica muy hermosa y desde siempre me ha gustado pero siempre tuve en cuenta que ella no me haría caso o simplemente me vería como un amigo pero jamás como algo más; tal vez Scarlet medio el sobre rojo por el hecho de que somos amigos. ¡Mierda! a quien engaño tal vez ni siquiera somos amigos, tal vez ella solo me considera un compañero de clase.

O tal vez no...