¨ 82. Anonymous ¨

75 11 4
                                    

Francisco

Edgar, Marcus y yo estamos en el sótano intentando hallar algo sobre Anonymous, Scarlet dijo que iría a correr y a despejar su mente, llevamos más de tres horas encerrados y hasta el momento no hemos avanzado nada.

— ¿Encontraron algo? — preguntó rompiendo el silencio estresante que se había formado.

— No — contestó Edgar para luego beber un poco de su cerveza.

— Igual pero esto es emocionante — habló Marcus como un niño pequeño, Edgar y yo lo miramos confuso — es uno de nuestros enemigos quien si sabe usar la tecnología y eso lo hace más increíble.

— Si, digamos que es increíble — comenté con ironía.

La puerta se abrió dejando ver a nuestro padrino de Agente del FBI quien se encargó del caso de Scarlet y ahora también se está encargando del caso de nuestra abuela — Hola chicos ¿alguna novedad?

Edgar negó — No, mientras que Francisco y yo nos estresamos Marcus es como un niño pequeño.

— Es que es muy emocionante — contestó Marcus sin despegar la mirada de la laptop.

— ¡Lo tengo! ¡Lo tengo! — se escucharon gritos de Scarlet, ella apareció en el sótano aun con su ropa deportiva, ella estaba sudada y tenía algunos folders en su mano.

Ella sacó todo lo que había en el pizarrón y empezó a pegar las fotos y archivos nuevos que tenía, todos le hicimos espacio para que pudiera moverse tranquilamente; luego de varios minutos ella terminó y volteó hacía nosotros con una sonrisa.

— Termine — contestó.

Observé el pizarrón — No veo nada.

Scarlet bufó — Ahí, él es Anonymous.

— ¿Qué? — conteste desorientado — él no puede ser.

— Si — respondió ella — él es Anonymous.

— Refuerza tu respuesta — contestó nuestro padrino cruzándose de brazos.

— Él siempre ha estado cerca a nosotros, en la discoteca, incluso en mi entierro a lo lejos él estaba ahí observando todo, en la primera fiesta que hicimos en la casa, en la graduación estaba al lado del director abajo del escenario, siempre estuvo ahí — contestó Scarlet. — Él es Anonymous.

Hubo un silencio largo hasta que nuestro padrino habló — Ella tiene razón, él es Anonymous, pero es tan solo un chico de 18 años, como conseguiría toda esa cantidad de plata, aparte parece inocente e idiota.

— Ese es el punto, creo que tiene un aliado y es de la familia — contestó ella — y digo, creo es de la familia, porque una noche lo vi bajar de uno de los carros, que solía comprar la familia.

— Esos carros son reconocidos mundialmente Scarlet — contestó Marcus cruzándose de brazos.

— Exacto cualquiera puede tenerlos — contestó Edgar apoyando la respuesta de Marcus.

— Si pero — ella puso una foto en la mesa y la arrastró hacia nosotros — nuestros carros tiene en la placa la inicial de nuestros abuelos paternos y miren aquí — ella señaló el pizarrón en una de las fotos — este zapato es de Antonio, eso significa que Antonio trabajaba para él o era socio de él.

— Esos carros los usa la empresa de la familia — murmuró Marcus.

— Por eso la rivalidad entre ellos — hablé y tomé un sorbo de mi cerveza.

— Exacto, siempre estaban discutiendo o mirándose mal — contestó ella — él es Anonymous.

— Correcto, vamos a matarlo — hable y Scarlet negó — ¿qué? ¿por qué no?.

— Por qué él no está en Phembrit — contestó Scarlet.

— Pero sus publicaciones son desde Phembrit — habló Marcus.

— Pudo haber usado señal triangular — contestó Scarlet y todos bufamos — mínimo ya sabemos quién es Anonymous, quien lo vea, nos avisa y lo matamos, pero antes hay que torturarlo para ver qué cosas suelta.

Scarlet estaba por irse cuando Marcus gritó su nombre — ¡Scarlet! — ella voltea — escucha. — Meretrix est anonymous...

Eso fue lo dijo Antonio antes de que Scarlet le quitara la garganta

— ¿Qué dice? — preguntó Scarlet.

— Dice: ... es Anonymous.

Scarlet FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora