♕ 11. Trabajo de Química ♕

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Matteo

La campana sonó — ¡Para mañana trabajo de química con su compañero de curso! — gritó la profesora para posteriormente salir del salón.

—El trabajo ¿podría hacerse en tu casa? — preguntó Scarlet guardando sus cosas.

Asentí —Si, ¿a que hora?.

—¿Puede ser ahora? — preguntó, su expresión mostraba incomodidad.

—Si, vamos.

Salimos del salón, caminando hacía la salida y noté como Scarlet desvió la mirada de su hermano Francisco; en la entrada del colegio ya nos esperaba Miguel; al llegar a mi casa fui directo a la cocina y no había comida.

Mierda ¿Y ahora que se supone que le ofreceré de comer a Scarlet?.

—¿Matteo? — la voz de Scarlet hace que salga de mis pensamientos, me volteé forzando una sonrisa — ¿todo bien?.

—Si ... bueno no — ella me miró confusa — no hay comida y no se si quieres comer pizza — comenté avergonzado, pues posiblemente Scarlet debe tener su chef privado que le de una variedad de comidas exquisitas.

Ella río — Pide pizza y si puedes con extra queso, por favor — comentó con una sonrisa.

La respuesta de Scarlet me tomó por sorpresa, pues ella es una de las familias más millonarias del pueblo Phembrit, considerando que todos en el pueblo somos millonarios; la pizza llegó y junto a Scarlet fuimos al salón de estudio donde hay libros de todas las aéreas e incluso sobre algunas carreras universitarias.

Ella agarró una rebanada y le dio un mordisco — Moría de hambre.

Reí — Yo también — dije dándole un mordisco a mi rebanada de pizza.

Empezamos a hacer el proyecto de química y de rato en rato observaba a Scarlet, su perfil es hermoso, su nariz celestial y sus labios carnosos color rojos, ella es realmente perfecta, pero un momento del día vino a mi mente, cuando salíamos del salón y Scarlet desvió su mirada ignorando a Francisco ¿Por qué hizo eso?.

—Scarlet — mencioné su nombre.

—¿Uhm? — preguntó sin despegar la mirada del libro.

—En el colegio desviaste la mirada de Francisco ¿por qué? — me atreví a preguntar.

— Suele defender a Charlotte en lugar que su propia hermana, ayer tuve una discusión con él, no deseo encontrarme con él, al menos no por un tiempo — dijo sin despegar la mirada del libro.

—Lo siento — dije tomando sus manos — las puertas de mi casa están abiertas, cuando quieras te puedes quedar a dormir aquí.

Ella alejó sus manos de las mías — Gracias — dijo con una sonrisa de boca cerrada — continuemos con el trabajo de química.

Lo que me acaba de contar Scarlet no lo imagine, pues los Frost ante el pueblo se ven como una familia unida. Jamás pensé que Francisco podría defender a otra persona que no sea su hermana.

Tal vez no todos somos lo que aparentamos, tal vez todo tenemos una capa que cubre nuestro verdadero yo... Eso también me incluye a mí.

Scarlet FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora