¨ 72. Cicatrices ¨

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Scarlet

Mientras que él se quitaba el pantalón, yo me quitaba la parte superior de mi vestido, ambos quedamos en ropa interior, él con su calzoncillo azul oscuro y yo con mi brasier y mis bragas color carmín.

Matteo se encontraba parado al borde de la cama, mientras que yo estaba en el centro de esta, empecé a gatear hasta él colocando luego mis manos en su abdomen y trazando desde la pelvis hasta los hombros.

— ¿Quieres seguir jugando?— pregunté dejando un beso húmedo en su mandíbula.

— Conozco un juego más divertido— respondió manteniendo ese tono pícaro en su voz.

— Muéstrame entonces— dije.

— Acuéstate boca arriba.

Hice lo que me indico, seré sincera, no soy de las chicas que ama que las dominen en la cama o que les manden, pero por mi bonito quizá podría hacer la excepción.

— Listo— indique cuando ya me encontraba echada.

Matteo sirvió un vaso con whisky y puso cuatro hielos en el vaso.

Subió a la cama y se posicionó entre mi piernas — Bueno, el juego es fácil, pondré este hielo en mi boca y lo pasaré por tu cuerpo— explicó metiendo un hielo, no muy grande, en su boca.

— ¿Y si no quiero?— lo reté, pero para cuando lo dice él ya se encontraba en mi cuello.

Empezó pasando el hielo por mi cuello y luego fue bajando a mis pecho, los cuales aún se encontraban tapados; nunca antes había hecho esto con alguien, puedo decir que es algo exitante, aunque una tortura cuando dejaba el hielo en algún lugar, ya que estaba frío <claramente, es un hielo> luego de un rato jugando el hielo se derritió del todo.

Matteo tomó un sorbo de whisky para luego acercarse a mis labios y darme un beso, dejando en mi boca whisky, luego siguió dando besos hasta que llegó a mi abdomen y paró.

— ¿Estás bien? —pregunte curiosa.

Él levantó su torso y trazó un dedo en mi abdomen, las cicatrices, Matteo estaba viendo mis cicatrices; rápidamente recogí mis piernas haciendo que estás taparan mi abdomen, nunca me había sentido avergonzada de mostrar mi cuerpo a alguien, me gusta mi cuerpo, sin embargo con Matteo era diferente, con Matteo era todo diferente.

— No, no te tapes— respondió bajando mis piernas y dejando mis cicatrices a su vista nuevamente.

— Yo... sé que las cicatrices tal vez sean feas para ti, yo—

— Ey, ¿las cicatrices están en tu cuerpo?— cuestionó, dejándome un poco confusa.

— Si— respondí dudosa.

— Entonces me gustan, me gusta todo de ti Scarlet, tus atributos y tus cicatrices, me encanta cuando haces bromas y cuando ni tú aguantas tu humor, amo cada parte de ti física y personalmente— habló Matteo.

Empezó a dejar besos tiernos en mi abdomen, él besaba cada cicatriz que encontraba en mi cuerpo y yo solo supe que realmente lo amaba, que él es distinto a todos, a absolutamente todos, él realmente me hacía sentir esas estúpidas mariposas y lo amaba por eso.

Matteo beso toda cicatriz que encontró, luego se recostó en mi sin recargar su peso y me besó, yo pasé mis brazos por su espalda, sus brazos, su cuello, amaba cada parte de su cuerpo, cada parte de él, amaba cada jodida parte de su cuerpo y sé que él ama cada parte del mío y eso es jodidamente lindo.

Matteo empezó a bajar mis bragas — ¿Apurado?— dije con una sonrisa burlona.

— Necesito ver tu hermoso cuerpo sin telas ahora— respondió quitando mis bragas del todo y subiendo a desabrochar mi brasier.

Luego de quedar completamente desnuda, eche a Matteo en la cama y subí en él, empecé hacer movimientos circulares encima de su miembro el cual se encontraba duro, con mis manos fui bajando lentamente sus boxers liberando su miembro.

Volví a sentarme encima haciendo fricción entre nuestras partes íntimas.

— Sca-arlet— jadeo mi nombre.

— ¿Te gusta bonito?— pregunté levantándome un poco haciendo que su glande se introdujera de a poco en mi.

Los dos gemimos, me sentía llena de él, era fantástico.

Empecé con movimientos medios y fui cada vez más rápido, saltando encima suyo.

Luego de varios minutos sentí como él miembro de Matteo se ponía más duro, estaba por llegar, ¿Por qué no hacerlo sufrir un poco?.

Volví a hacer movimientos circulares y lentos, escuchando un bufido de su parte.

— Más rápido— pidió.

— Me gusta esta velocidad.

— Linda, no me hagas esto— dijo mirándome con ojos, podía notar deseo, lujuria pero tambien un poco de enojo, pues lo estaba torturando y eso a él no le gusta, en cambio a mi si; note sus pupilas dilatarse ante no hacerle caso.

— Hacerte qué bonito— respondí dándole un beso, él aprovechó, apretó mi trasero y empezó a mover mis caderas haciendo que la velocidad aumente.

— Oh, no cariño, esto es a mi manera— manifesté y seguí haciendo movimientos lentos mientras él pedía diciendo que lo haga más rápido, no podía negar que era divertido verlo así, vulnerable y enojado un poco, pues lo estaba torturando, y eso lo hace jodidamente excitante.

Luego de un rato decidí hacerle caso, aumentando la velocidad nuevamente, sentí como yo también estaba cerca de llegar, Matteo se sentó en la cama haciendo que suelte un grito de placer, me abrazó y junto nuestras frentes mientras yo seguía moviendo me encima, nos corrimos al mismo tiempo.

— Eso fue... increíble— habló él.

— Si— dije intentando calmar mi respiración

Nos cubrimos con la manta la cual era roja, me eche dándole la espalda y el me abrazo por detrás, acercándome hacia su pecho — ¿Dormirás?

— Tal vez — respondí y sentí su miembro, eso hizo que soltara un jadeo leve — aunque pensándolo bien — me volteé hacia él — deseó jugar un poco más.

Él sonrió causando que sonriera juguetona mientras me mordía el labio inferior, me apoyé sobre mis manos, la invitación era más que obvia.


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Gracias a @brnc_22  por ayudarme a crear este capitulo, tqm! 

Scarlet FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora