Scarlet Frost

¨ 50. ¡Controlate! ¨

Matteo

Noah y Kevin me sacaron a fuerzas del lugar, ya que se armó una pelea entre Francisco y yo; al llegar a mi casa, mi madre me vio y frunció el ceño. Si, aja, ahora recién se preocupara por mi.

— ¿Qué ocurrió? — preguntó mi madre, ¡Dios que hipócrita esta mujer!, la ignoré y seguí subiendo hacia mi habitación — Matteo, te estoy hablando.

— ¡No es tu puto problema Monica! — grité enfadado dándole la espalda; al llegar a mi habitación cerré la puerta con fuerza pero esta se volvió a abrir dejando ver a Kevin y Noah enojados — ¡¿qué carajo quieren ahora?!

— ¿Qué carajos te sucede viejo? — pregunto extrañado Noah.

— ¡¿Qué, qué me sucede?! ¡Que esa mujer que está abajo es una hipócrita! ¡La chica que amo esta muerta! ¡Y siento que todo se está yendo a la mierda! ¡Eso me sucede Noah! — grité enojado.

— Matteo, controlate — habló Kevin.

— ¡¿Que me controle?! — reí abiertamente — ¡Joder! ¡Si supiera hacer eso creeme que lo haría pero son tantas cosas, tanta mierda que guardo que ni siquiera sé cómo expresarlo!

— Viejo somos tus amigos — comentó Noah — puedes contarnos.

— ¡Quisiera contarle, pero no puedo, no puedo porque si les cuento terminó muerto, terminare hecho mierda, ¿y todo porque? porque les conté que es lo que me atormenta, que es lo que siento! — contesté.

— Oye calmate—

— ¡No! ¡No me pidas que me calme, como si calmarse a sí mismo fuera la cosa más fácil y sencilla de este puto mundo, cuando en realidad no es! — a este punto las lágrimas ya caían por mis mejillas — ¡Así que no, no me pidas que me calme Kevin, porque no lo se como hacerlo!.

— Joder que dramático eres — dijo Noah.

— ¡¿Dramático?! ¡El dramático eres tú cuando una chica no acepta follar contigo! ¡El dramático eres tú cuando tus padres no te dejan salir de fiesta! ¡El dramático eres tú cuando te enteraste de que eres el maldito prostituto barato! — grité enojado mientras lo veía directamente a los ojos.

— ¿Sabes que Matteo? ¡Pudrete! — contestó molesto — y de eso me encargo yo.

Él salió de mi cuarto y solo pude sentarme en mi cama enfadado, luego de esta escena llena de gritos e insultos pensé que Kevin también se iría pero no fue así, pues él se sentó a mi lado y agradezco eso, aunque tambien le haya gritado él no se fue y eso solo me demostro que tengo un amigo verdadero, que no importa cuanto le grites él no se ira, porque sabe que en realidad no estás hablando tú, solo está hablando tu enojo e impotencia.