Edgar
Escuchamos la puerta cerrarse con fuerza del cuarto de Scarlet y miramos a Charlotte —¿Qué? ¡¿En serio le van a creer?!, jamás diría algo para que la familia tenga mala imagen — ella hizo una pausa — o bueno, una peor imagen — murmuró por la bajo.
—Bueno si no fuiste tú, ¿Quién fue? — pregunté recostándome en la pared.
—Podemos averiguar quiénes son los que dirigen la página de chismes — comentó Marcus mirando su celular.
—Lo único que sé, es que Charlotte no fue — comunicó Francisco.
—¿No te cansas de siempre defender a los demás, en lugar de defender a tu propia hermana? — preguntó Marcus disgustado.
—¿Y tu no te cansas de ser el puto perro guardián de Scarlet? — respondió Francisco, molesto.
—Yo me voy, estoy harto de oírlos pelear toda la puta tarde — hablé para luego caminar por el bosque, claro, sin alejarme lo suficiente de la casa.
Escuche un ruido de una rama romperse cerca mío y me puse alerta, intente ver algo con la linterna de mi celular pero era imposible, escuché pasos detrás mío, volteé rápidamente agarrando a la persona y poniéndola en contra de un árbol, alumbré su rostro con mi linterna y me di cuenta que era Kevin, quien se estaba mordiendo el labio inferior.
—Normalmente esto ocurre en tu cuarto pero hacerlo en el bosque no sería mala idea — comentó divertido.
Lo solté — No vuelvas a hacer eso — ordené con firmeza.
—¿Qué? ¿Te asustaste? — preguntó divertido.
—No, solo... — Hice una pausa y él me miró esperando una respuesta — solo no vuelvas a hacerlo.
Él alzó los brazos dándose por rendido — Está bien, de acuerdo.
—¿Qué haces aquí? — pregunte confundido.
—Nada venía a darte una sorpresa pero veo que no te agrado — comentó molesto, ¿Molesto? ¿Por qué está molesto? cuando yo debería estar molesto, al fin y al cabo él fue quien me asustó.
—¡Wow!, ahora resulta que el molesto eres tú, vaya, que cambio de papeles tan drásticamente — dije irónico.
Él rodó los ojos — Me moleste por la forma en la que me trataste.
—¿Y según tú, cómo te traté? — pregunté cruzándome de brazos.
Kevin bufó —Sabes olvidalo, — respondí — ¿encontraron a tu hermana?
Asentí — Si, pero no nos dijo a donde fue.
Él sonrió — Yo te lo puedo decir si me das algo a cambio.
—¿Así? ¿Y qué puedo ofrecerte? — pregunté acercándome a él.
—Una noche ardiente y llena de lujuria — respondió Kevin mordiéndose el labio inferior.
—Esa me parece una idea fascinante — respondí — pero primero la información.
Él se cruzó de brazos y alzó una ceja — ¿En serio?
Lo imité — ¿Qué, no confías en mí?
—Si... si confio en ti — él hizo una pausa — estuvo con Matteo, fueron a los juegos.
—¿Con Matteo, tu mejor amigo? — pregunté, él asintió — te debo una — deposité un beso en sus labios.
—¡Edgar! ¡Edgar! — gritó Kevin pero ya estaba demasiado lejos de él como para poder regresar.
Corrí hasta llegar a casa, al llegar Charlotte y Francisco conversaban, ellos al verme me miraron confusos — Se con quien estuvo Scarlet toda la tarde — comunique.
—¿Con quien? — preguntó confuso Francisco.
—Con Matteo.
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Scarlet Frost
Novela JuvenilLos Frost Una familia adinerada, misteriosa y según las malas lenguas, también peligrosa. Después de 10 años en Alemania, los miembros de la familia deciden volver a su lugar de nacimiento, un pequeño pueblo llamado Phembirt, sin embargo no será fác...