¨ 70. Lugar de escape ¨

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En la actualidad

Francisco

El director como vio que no hubo respuesta continuó entregando los diplomas, al terminar el DJ puso música lenta, vaya que manera tan clásica de aburrir las fiestas.

Mis hermanos y yo nos sentamos en las gradas del gran salón de baloncesto; observó como todas las parejas bailan la música lenta, hasta que mi mirada capta a Scarlet y Matteo bailando, Scarlet tiene sus manos alrededor del cuello de Matteo y las manos de Matteo están en la cintura.

— Tengo que admitir que se ven tiernos — hablé.

— Si — respondió Edgar — me encanta la pareja que hacen Scarlet y Matteo.

— ¿A algunos de ustedes les dijo Scarlet, el motivo del porque fingió su muerte? — preguntó Marcus, mirando su celular.

Edgar negó — No, de hecho cuando le pregunté evadió el tema.

— Yo aún no le preguntó — contesté — ¿suposiciones?

— Tal vez sabe quién mató a padre — habló Edgar y negué al instante — ¿por qué dices que no?.

— Porque si ella supiera quién mató a nuestro padre, ahora no estaría sonriendo y bailando con Matteo — contesté — aparte tampoco nos lo ocultaría.

— Nos ocultó información que creímos que había sido borrada — contestó Marcus — yo creo que también nos ocultaría eso — dijo sin despegar la mirada de su celular.

— Tal vez tiene un buen motivo,— hablé y Marcus alzó una ceja — vamos chicos, es nuestra hermana.

— Si, la cual fingió su muerte durante meses y luego apareció como si nada, se volvió pareja de Matteo de la noche a la mañana y hasta el momento no nos explica varias cosas — contestó con ironía Edgar.

Marcus guardó su celular — ¿Por qué la defiendes Francisco? ¿Sabes algo que nosotros no? — preguntó arqueando una ceja y mirándome.

— ¡¿Qué?! Scarlet no me dijo nada. — respondí al instante.

Me parecía rara la actitud de Marcus y Edgar, digo, Marcus siempre protegía a Scarlet ante todos, y Edgar jamás se ha comportado así; los escucho bufar así que decido cambiar el tema para que el ambiente no se ponga incómodo.

Matteo

Rio levemente y Scarlet me mira confundida — Es que jamás pensé que llegaría este momento, me refiero a estar bailando contigo en la graduación.

Ella sonrió ladeando su cabeza — Pero sí lo pensaste.

Asentí — Varias veces, más de las que te puedas imaginar — ella ladeo su cabeza mirándome fijamente a los ojos — ¿qué?

— Tus ojos son hermosos, tiene un pequeño destello color avellana que le dan ese toque único — contestó.

Sonreí al escuchar eso — Tus ojos también son únicos, tiene esa combinación perfecta entre azul y celeste que te hacen única.

Scarlet se acerca a mi y une nuestros labios, cuando unió nuestros labios, sentí como si todo se hubiera detenido, como si solo estuviéramos ella y yo, y fue realmente mágico; ella están perfecta y tan hermosa y yo... yo tan solo soy un chico de dieciocho años que tiene demasiada suerte al ser su pareja.

Ella despeja nuestros labios y me abraza aún siguiendo el compás del baile — Gracias.

— ¿Por qué? — preguntó confundido.

— Por todo, por ser tú, por qué a pesar de todos esos rumores no me jugaste — contestó.

— Jamás lo haría — conteste enrollando mis brazos en su cintura.

— Ay, la pobrecita no se graduó — unas chicas se burlaron de Scarlet.

Ella se enderezó y volteó — Pobrecita tu madre que no pudo pagar el aborto — contestó causando que la chica se fuera enojada; Scarlet se volteó hacia mí con una sonrisa amplia — nos vamos.

— ¿A dónde? — pregunto confuso mientras que ella me guía directo a la salida del colegio.

— A mi lugar de escape.

Scarlet FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora