Francisco
« Francisco... Despierta... Ey... »
Abrí los ojos encontrándome con Edgar quien al verme abrir los ojos suspiró aliviado; me senté y sentí una punzada fuerte en mi casa, llevé mi mano hacia mi cabeza y sentí húmedo, vi mi mano y era sangre. ¡¿Qué demonios me pasó?!.
— Toma — dijo Marcus extendiéndome una bolsa de hielo — ¿qué te ocurrió?
Recibí la bolsa y la puse en mi cabeza — Eso mismo quiero saber.
Marcus bufó rodando los ojos — Si dejaras de embriagarte recordarías todo lo que sucedió.
Me paré molesto — El único que se emborracha eres tú desde la muerte de Scarlet.
Marcus agarró el cuello de mi polo — Atrévete a mencionarla de nuevo y yo mismo te mato Francisco.
— Chicos, calmense — habló Edgar.
Reí — No eres capaz de matar ni a tu propia sombra.
En verdad si lo es, Marcus es capaz de matar a alguien solo porque lo miro, en realidad, Edgar, Marcus y yo somos capaz de matar a alguien solo porque nos miró; ver a Marcus molesto y con sed de sangre es más divertido de lo que puedes imaginar.
Marcus levantó el puño listo para golpearme cuando escuchamos la voz de nuestra madre:
— Pose-le maintenant, Marcus «Bajalo ahora, Marcus» — dijo mi madre en Francés.
Marcus tardó solamente unos segundos en soltarme, cuando me soltó camine directo hacia mi madre — Prends soin de ton fils, maman «Controla a tu hijo, madre».
Subí a mi habitación a darme un baño, luego de darme un baño, cambiarme y limpiar mi herida, empecé a buscar mi celular. ¿Dónde mierda lo puse?.
Revise en mi ropa sucia y no estaba; volví al bosque y empecé a buscarlo, lo que me parecío extraño es que los puntos amarillos de los arboles no estaban pero encontre un celular, un celular roto y para mi mala suerte era mio.
Al llegar a casa todos estaban en la sala reunidos a excepción de Matteo pues no lo he visto en casi todo el día; arrugó la entre ceja al ver a mi madre preocupada, me acercó hacia ellos y resulta ser que Marcus está viendo las cámaras de seguridad de ayer; en el video se ve claro que alguien me arrastra por todo el suelo y luego voltea a ver a la cama, ladea su cabeza y saluda con la mano para luego irse y perderse en el bosque.
¡Ja! Sabía que no estaba loco y que no había tomado.
No podía negar que aquella imagen era un poco aterradora y escalofriante, demasiado escalofriante diría yo.
ESTÁS LEYENDO
Scarlet Frost
Novela JuvenilLos Frost Una familia adinerada, misteriosa y según las malas lenguas, también peligrosa. Después de 10 años en Alemania, los miembros de la familia deciden volver a su lugar de nacimiento, un pequeño pueblo llamado Phembirt, sin embargo no será fác...
