♕ 5. Armario ♕

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Scarlet

Salí de mi cuarto y bajé hacia el primero, al bajar no faltaron los idiotas que se acercaron a mí con intención de llevarme a la cama, aunque claro "educadamente" los mande los mande a la mierda.

A lo lejos vi a un chico alto, cabello castaño oscuro, de tez blanca, labios delgados rosados, ojos marrones, Matteo Mendoza; su mirada recorre por toda la fiesta hasta que nuestras miradas se encuentran, ambos sonreímos y me acerqué a él.

—Estas bellísima — comentó Matteo, sonriendo.

—Gracias tu estás muy guapo — dije y eso hizo que Matteo se sonroje — cuando te sonrojas te ves tierno.

Él se rascó la nuca, nervioso —Gracias.

Dirigí mi vista hacia la mesa llena de alcohol y serví dos vasos de whisky — ¡Salud! — le entregue su vaso.

—¡Salud! — dijo para luego beber el whisky.

Empezó a sonar música lenta pero sensual, bebí toda mi vida junto a Matteo — ¿Bailamos?.

—Tus hermanos me pueden matar — comentó nervioso, reí.

Negué con una sonrisa —No te preocupes, no lo harán.

Matteo

Scarlet me jaló hacía el centro de la pista donde varias personas estaban bailando; empezamos a bailar pegados al ritmo de la música, ella volteo y agarró mis manos poniéndolas en sus caderas, podía sentir como mi miembro poco a poco se ponía cada vez más duro.

Mierda esto no estaba bien, esto no está para nada bien.

Ambos empezamos a bailar sin despegarnos sintiendo el calor que emerge nuestros cuerpos, ella llevó mis manos hacía el final de su falda donde empezó a subirlas dejando ver parte de sus muslos; trataba de calmar mi respiración pero no podía, lo que me hacía sentir Scarlet en estos momentos son sensaciones realmente deliciosas y satisfactorias; estuvimos bailando de esta manera durante varios minutos, hasta que desprevenidamente ella voltea y agarra el cuello de mi cabeza uniendo nuestros labios en un intenso y ardiente beso; Scarlet se separo de mi con una sonrisa.

Agarró mi mano y entramos a lo que parece ser un armario, aunque es demasiado grande para ser un armario; volvimos a juntar nuestros labios y pude sentir sus manos desabotonar mi camisa, me quite la camisa con la ayuda de Scarlet y empecé a dejar besos húmedos en su cuello mientras que ella jugaba con mi cabello y soltaba jadeos; Scarlet ella dio un pequeño brinco y envolvió sus piernas en mi torso, mis manos acariciando sus suaves muslos, ella bajo la parte superior de su vestido quedando en brassiere, mis besos fueron bajando hasta llegar a su clavícula donde su aroma inundo mis fosas nasales.
Ahora era Scarlet quien se encontraba dejando chupetones en mi cuello, ella lamía mordía y chupaba mi cuello como una vampira, como una sexy vampira, las sensaciones que tenía mientras que ella ataca mi cuello eran indescriptibles, mi respiración era incontrolable.

—Controla tu respiración — la escuché decir en un ligero susurro.

—E-eso trato — fue lo único que podía pronunciar.

Pude sentir como ella sonrió encima de mi piel — Oh, bonito, esto apenas es el principio.

Luego de decir eso volvió a unir nuestros labios solo que en esta ocasión nuestras lenguas se encontraron y pude sentir desvanecerme, solté un jadeo que se ahogó en lo ardiente del beso; mis manos fueron subiendo a la par que subían su vestido, ella empezó a soltar gemidos cada vez más fuertes mientras tiraba su espalda hacia atrás; la acorrale contra la puerta y empecé a dejar chupetones en su cuello; no quería que acabara este momento pero nada es para siempre y esto no es la excepción, tocaron la puerta, ambos soltamos un quejido de molestia.

—Escóndete — dijo ella poniéndose su vestido, me metí en entre la ropa, ella abrió la puerta — ¿que quieres Marcus? — preguntó, no llegue a escuchar muy bien que decía Marcus pues la música no me permitía escuchar del todo, pero lo que note fue la expresión de Scarlet, sus facciones se tensaron y ella arrugó la entrecejo, ella asintió — dame un momento.

Vi que cerró la puerta y salí de mi escondite —¿Ocurrió algo malo?

—Nada de qué preocuparse — ella depositó un beso en mi mejilla para luego irse.

Suspire intento analizar lo que acaba de ocurrir, mi respiración poco a poco se fue calmando, abotone mi camisa, me acomode el pelo y salí, me dirigí hacia la mesa de alcohol por más Whisky.

Al salir del armario caminé hacía la mesa llena de alcohol, me serví un vaso con whisky y empecé a analizar todo lo sucedido. Scarlet y yo empezamos a bailar en medio de la pista con una música lenta pero sensual, luego fuimos al armario y...

¡Wow! Sin duda alguna esto es un sueño.

Scarlet FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora