¨ 84. Conflicto ¨

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Scarlet

— Rompí la regla número tres — hablé y todos se quedaron callados, sentí como todas las miradas se posaban en mi.

— ¿Qué? — preguntó mi madre dejando su tenedor.

Alcé mi vista y la mire — Rompí la regla número tres, madre — respondí.

— Eres consciente de que rompiste una de las reglas más importantes Scarlet — habló mi madre, asentí — debemos matar a quien lo sepa.

— No — hablé de inmediato — aquella persona me dijo que no hablaría nada.

— ¿Y por qué está tan segura? ¿Qué te hace pensar que esa persona no te traicionara? — preguntó mi madre, ella estaba molesta y es notorio, su lenguaje corporal lo dice en todos los idiomas; sus brazos cruzados, su ceja alzada, su mandíbula tensa.

— Por qué confío en esa persona — respondí.

Mi madre rió abiertamente — Ay, hija mía, confiar no te ayuda en nada, confiar no significa nada. Me da mucha pena que te hayas vuelto tan vulnerable ante un hombre.

— Disculpa — hablé molesta.

— Si, desde que Matteo entró a tu vida, actúas diferente, piensan diferente, hablas diferente y sobre todo, estas perdiendo el control de todo — contestó mi madre.

— ¿Que estoy perdiendo el control de todo? Por favor madre, no me hagas reir, si no fuera por mi, todos ustedes no estarían juntos ahora, cuando fingí mi muerte me di cuenta que yo soy el lazo, el nudo que une a todos — contesté — si no fuera por mi, ustedes no estuvieran riendo y charlando ahora mismo.

— Igual a tu padre — respondió — crees tener el control de todo, crees tener conocimiento de todo, cuando en verdad no sabes nada.

— Y tú tampoco, o dime sabes algo de Anonymous, sabes algo del infiltrado, algo de la abuelo, del abuela, de mi padre... de tu difunto esposo — ella se quedó callada mientras tensaba su mandíbula — eso pensé madre.

— No es tu decisión Scarlet, todas tus acciones siempre nos han perjudicado a nosotros — contestó mi madre enojada.

— ¿Perjudicado? — preguntó enojada — ¡Carajo! Todas las acciones y sacrificios que he hecho a sido por esta familia, he estado secuestrada, casi me matan, fingí mi muerte y cuando lo hice todos ustedes estaban por diferentes lados, se estaban separando poco a poco, si no fuera por mí, todos ustedes estarían alejados uno del otro. ¡He hecho tantos sacrificios, he incluso sacrificado mi propia virginidad por esta familia! Así que no vengas a decirme madre, que mis acciones tienen consecuencias malas cuando lo único que he hecho desde que tengo memoria es arriesgar todo por esta familia.

Mientras que mi madre me regañaba como si lo que le hubiera contado no fuera de importancia mi celular vibró, al principio decidí ignorarlo pues supuse que era Francisco pero luego de tanta insistencia lo agarré y me doy con la sorpresa que no era nadie de mi familia...

Scarlet FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora