Scarlet Frost

¨ 90. Primer asesinato de Scarlet ¨

Scarlet

Al día siguiente de que mi madre me diera ese USB me fui a la casa de Matteo y me quedé a dormir con él; en el presente estoy jugando con Matteo monopoly y le acabo de ganar... por tercera vez.

— ¡¿Qué?! — dijo sorprendido — me volviste a ganar ¿como es que lo haces?

— Estrategia — respondí — tienes que poner hoteles y casas en lugares donde suele caer gente, como al lado de la cárcel y antes de llegar a la salida.

— Muy astuta — respondió con una sonrisa.

— Oye mi madre me entregó algo y no lo he abierto — comenté — tengo miedo de ver algo que me asuste o que una herida vieja sangre.

Él dejó el monopoly al lado y me miró preocupado — ¿Deseas verlo conmigo? — preguntó sentándose al lado mío.

Asentí, agarre su laptop y puse el USB, al entrar vi un archivo llamado ¨Primer asesinato de los cuatrillizos Frost¨.

Flashback

— Lo mate — murmuré mientras una lágrima cae por mi mejilla, mi padre se acerca corriendo hacía el cuerpo de aquel hombre, el cual tiene una abertura profunda en su cuello — lo mate — volví a murmurar sintiendo varias lágrimas resbalar por mis mejillas.

Mi padre asiente — Si, lo mataste — volteó a verme con una sonrisa amplia, pero al verme llorando toda esa felicidad que tenía se borró y se convirtió en preocupación absoluta.

— Yo lo maté padre — murmuré y empecé a sentir que me faltaba el aire, desesperada llevo mis manos ensangrentadas hacía mi cuello, mi padre se acerca hacía mí preocupado.

— Hija respira — dijo mientras me acariciaba el pelo y me recostaba en el suelo — ¿deseas un batido de fresa con cereza cierto? — hablo y asentí mientras intentaba respirar — de acuerdo pediremos eso y hamburguesa para Francis ¿está bien? — volví a asentir.

Mi padre empezó a hablarme sobre algunos recuerdos de familia y poco a poco me fui calmando, cuando logré calmarme recogí mis piernas y las abracé, mi padre salió del cuarto y me quedé unos minutos en el cuarto sola con el cadáver. ¿Qué fue lo que me ocurrió?.

Mi padre entra y me entrega un toma todo con agua — Gracias — dije al recibir el toma todo — ¿qué fue lo que me ocurrió? — me atreví a preguntar.

— Un ataque de ansiedad — contestó sentándose al lado mío — cuando te ocurra eso no te asustes.

— Pero me dio mucho miedo — contesté.

— Lo sé cariño, tu tía sufría de eso — respondió — un día le dio un ataque de ansiedad y no pudo sobrevivir — mi padre suspiró y volteó a verme — algún día no estaré aquí hija, y tienes que ser fuerte, no por mi, no por mamá, se fuerte por ti y para ti.

— Papá ¿por qué me dices estas cosas? — pregunte con miedo.

— Porque es la verdad cariño — contestó — apenas tienes siete años y tienes que ser fuerte desde ya, en la vida, si no eres fuerte, estás jodido—

Me tape la boca sorprendida — Papá no puedes decir malas palabras, mamá puede escucharte.

Mi padre se tapó la boca imitandome — Cierto, lo siento — asentí y nos quitamos la mano de la boca — como decía, si no eres fuerte desde ya, no lo serás nunca, hija.

Asentí — Entiendo... ¿iremos por la malteada, cierto? — pregunte.

Él asintió sonriente y luego me cargo — Si, pero primero a bañarte, nadie quiere ir a comer lleno de sangre de una persona mala.

— ¿Él era malo? — preguntó y él asintió saliendo del sótano — ¿que hizo?.

— Haces muchas preguntas hija, demasiadas diría yo.

Fin del Flashback

Cerré la laptop y una lágrima cayó por mi mejilla, me limpie la lagrima y volteé a ver a Matteo, él me mira preocupado — Estoy bien.

Matteo lleva su mano hacía mi rostro y limpia los restos de mi lágrima — Está bien llorar linda, no reprimas tus sentimientos.

Ladeé mi cabeza en dirección a su mano — Tengo hambre.

Él rió — Adivino, malteada de fresa.

Sonreí — Acertaste.