♕ 38. La verdad ♕

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Matteo

—Hijo necesito que... ¡Ou! — mi madre se detuvo al ver a Scarlet y yo en la cocina.

Scarlet se paró —Buenas tardes Señora Mendoza, disculpe las repentinas molestias de mi ausencia en su casa.

Mi madre negó con una sonrisa —No te preocupes hija, disculpa por la pregunta que haré pero ¿Te encuentras bien?

Scarlet limpió sus mejillas y sonrió — Si, nada importante no se preocupe.

Mi madre asintió —Matteo, un momento por favor — mi madre y yo salimos de la cocina — necesito que no estén en el primer piso.

—¿Pasó algo? — pregunté curioso.

Ella negó —Solo vendrán algunos socios, nada importante.

—Está bien — volví a la cocina junto con Scarlet — no podemos estar en el primer piso ¿te parece si vamos a mi cuarto? — ella asintió.

Junto con Scarlet subimos a mi habitación, no sin antes yo agarrar unas cuantas galletas, no creo que se den cuenta que faltan un par de galletas, considerando que hay un banquete enorme de comida.

Scarlet y yo entramos a mi cuarto, cerré la puerta —Si deseas ponerte cómoda, puedes agarrar ropa mía — ella miro mi armario y asintió — entraré al baño para que puedas cambiarte tranquila.

—Es gracioso — comentó ella cuando cerré la puerta del baño.

—¿Que es gracioso? — pregunte recostándome en la puerta.

—Que a pesar de todo lo que hayamos pasado, aún sigues comportándote como un caballero — contestó.

—¿A qué te refieres? — pregunté.

—Me refiero que en el salón de teatro me viste prácticamente desnuda y aún así entras al baño para que pueda cambiarme tranquila —respondió Scarlet.

—Bueno, eso no implica que no tenga que respetar tu espacio personal — contesté con sinceridad.

—Ya terminé —abrí la puerta y ella trae puesto mi buzo negro y un polo gris — gracias.

—De nada — empecé a desabotonar mi camisa para ponerme mi polo, cuando noto que Scarlet estaba de espalda — ¿que haces?.

—Respeto tu espacio personal — respondió y no pude evitar soltar una risa — aunque técnicamente estoy acostumbrada, tengo tres hermanos y para colmo son mis trillizos.

Me puse mi pantalón y mi polo —Ya puedes voltear — dije y ella se volteó — ¿puedo hacerte una pregunta?

—Ya la hiciste — respondió.

—Bueno, ¿puedo hacerte dos preguntas? — pregunte.

—Ya las hiciste — dijo ella entre risas.

—Scarlet — ella asintió sonriente — ¿por qué estabas llorando en la salida del colegio?.

Su sonrisa se borró y empezó a jugar con sus manos sobre su regazo — Yo te mentí — contestó — yo estuve con Antonio unos años, al principio nuestra relación era sana pero luego algo cambió en él, ya no era él mismo Antonio Meyer que conocí, nuestra relación empezó a hacerse tóxica, llegamos al punto de los gritos, un día él me drogo e intentó abusar sexualmente de mí, me acuerdo que intente defenderme, pero él me golpeaba, mis hermanos llegaron y me sacaron de ahí, gracias a ellos no fui abusada sexualmente — ella tomo una respiración onda — en el salón de Biología el intento tocarme sin mi consentimiento, salí del salón antes de que pueda ocurrir lo peor.

—Scarlet, yo lo siento mucho, no debí preguntar, mierda que imbécil — murmuré, ella negó.

—Está bien, tenías derecho a preguntar, de hecho debería ser yo quien pida disculpas, por mentirte — contestó.

Si lo que me contó Scarlet es lo mismo que me dijo Edgar, ¿El resto también será verdad?

— Scarlet, sé que tal vez no es el mejor momento pero — saqué mi laptop y abrí el documento "Información Frost" — quiero que leas esto y me digas si es verdad.

Le entregue la laptop y ella me miró confusa para luego empezar a leer; ella traía el entrecejo fruncido, una de dos o estaba molesta o estaba confundida, pero no era ninguna de las dos ya que ella soltó una risa para luego darme la laptop.

—Matteo, esto es más que obvio que es mentira, a excepción de algunas cosas, claro — comentó

—¿Cómo cuáles? — pregunte y guarde mi laptop.

—Como por ejemplo, el hecho de que mis trillizos y yo tuvimos que madurar a temprana edad, el hecho también de que no solos estuvimos en Alemania, estuvimos en varios países, pero de que somos malos y de que somos unos asesinos en serie, no — contestó mirándome a los ojos— mucha gente inventa mierda sobre mi familia y sobre mí, si todas las cosas que dicen fueran verdad, yo no estuviera aquí.

—Si, la gente inventa muchas cosas — comenté y ella asintió — supongo que deseas descansar.

—Si — contestó y me pare de la cama.

—Tu duermes en mi cama, yo dormiré en el suelo — comente y ella me miró confundida — tengo que respetar tu espacio personal.

—Vaya, si te tomas enserio lo del espacio personal, eh — dijo Scarlet metiéndose dentro de las colchas.

—Que puedo decir, soy todo un caballero — contesté y ella sonrió.

—Matteo — ella golpeó a un lado de la cama — no quiero espacio personal, quiero a alguien para abrazar.

Sonreí y me metí a la cama junto con Scarlet, ella colocó su cabeza sobre mi pecho, puse mi mano alrededor sobre su cintura; un silencio se formó en el cuarto, no era un silencio incomodo, era un silencio encantador, un silencio bello; podía escuchar los latidos de su corazón y el mío, perfectamente coordinados, estoy seguro que si mi corazón compite junto con Toretto, mi corazón gana sin duda alguna.
¡Ja! toma eso Toretto.

Poco a poco me fui quedando dormido con la imagen de Scarlet acostada sobre mi pecho, la mejor imagen que puedo tener antes de dormir.

Scarlet FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora