Matteo
—Matteo ¿cierto? — me pregunto aquel chico pelinegro que hizo sentir mal a Scarlet y hasta el momento no he conversado con ella.
—Sí y ¿tú eres? — pregunté abriendo mi casillero.
—Soy Antonio Meyer — respondió con una sonrisa amplia — hace unos días vi que estabas conversando con ella — dijo mostrándome su celular, de fondo de pantalla estaba Scarlet, es una de las muchas fotos que tiene Scarlet en su Instagram.
Asentí, mientras metía un libro en mi mochila — Si, ¿a qué viene tu pregunta?.
—Bueno seré directo — hizo una pausa — mantén tu distancia de Scarlet, ella y yo estamos en una relación y no me incomodaría ensuciarme las manos — dijo hostil.
Cerré mi casillero mientras soltaba una risa leve — Ay, amigo que pena me das, ¿sabes?, sigue soñando así como el resto de los chicos.
—No bromeo, Matteo — respondió, él estaba molesto y eso se podía notar en su mirada y en su tono de voz — aléjate de ella.
Negué — No, no lo haré por que un idiota me lo dice, ella no se alejo de mi al saber que estuve en prision y yo no me alejaré de ella solo porque un idiota me lo pide — me acerque a él — así que no me estes jodiendo con tus amenazas de mierda.
Dije para luego alejarme de él, mi reacción me tomó por sorpresa y luego de varios minutos caí en cuenta que que me estaba amenazando de muerte, eso no significa que me alejare de Scarlet, no me alejaria aunque de ella, aunque ella misma me lo pidiera.
Aquel Antonio, no sabe con quien se mete, no sabe el grave error que se acaba de cometer al amenazar a Matteo Mendoza. Y tampoco me molestaría ensuciarme las manos, digo, tampoco no sería la primera vez.
Al llegar a casa, no pude parar de pensar en aquel nombre Antonio Meyer, ya que se me hacía conocido; terminé de comer y subí hacia mi habitación, mientras hacía tareas un recuerdo vino a mi mente.
"Antonio fue mi primera pareja, luego me enteré que solo fue un juego para él..."
Es la ex pareja de Scarlet, mierda estaba celoso, aquel imbécil que jugó con sus sentimientos, Mierda como no me acordé antes.
Me paré de mi asiento y fui directo hacía mi laptop y lo escribí; tengo un documento donde apunto algunas cosas de Scarlet, desde que le gusta comer hasta cuales son los lugares que ella suele recurrir, no es que sea un acosador es que suelo olvidarme de muchas cosas... bueno, solo tal vez si la acosó pero solo un poco, no llegó al punto de romper su privacidad ni mucho menos incomodarla, solo apunto cosas necesarias; agarré mi celular y fui directo al chat de Scarlet.
Yo: Scarlet ¿Podemos vernos?
Estuve toda la tarde esperando la respuesta de Scarlet pero jamás llegó, ni siquiera estaba su foto de perfil, ni le llegaba la siguiente paloma; no puedo negar que empecé a preocuparme y hasta cierto punto se me cruzó por ir hacía su casa pero se que eso sería una muy mala idea.
La noche llegó y una inseguridad vino hacia mi mente ¿Me habrá bloqueado? Y si es así ¿Por qué? ¿Qué hice? Aquella noche no pude, pues aquellas preguntas estuvieron toda la noche en mi cabeza.
¿Qué fue lo que hice? ¿Antonio tiene que ver algo aquí?.
ESTÁS LEYENDO
Scarlet Frost
Ficção AdolescenteLos Frost Una familia adinerada, misteriosa y según las malas lenguas, también peligrosa. Después de 10 años en Alemania, los miembros de la familia deciden volver a su lugar de nacimiento, un pequeño pueblo llamado Phembirt, sin embargo no será fác...