Scarlet Frost

♕ 13. Recuerdos ♕

Scarlet

Luego de que estuve inconsciente durante varios minutos y despertará, mis hermanos me dieron de comer, al principio rechace la comida pero al ver  preocupación en sus rostro, accedí a comer; nadie decía nada, los cuatro sentados en mi cama con las piernas cruzadas.

—Te dio un ataque de ansiedad — habló Marcus rompiendo aquel silencio incómodo que se había formado — sufres de ansiedad Scarlet.

—Lo sé — dije tomando a todos por sorpresa, no era la primera que me daba un ataque de ansiedad o al menos no enfrente de ellos.

—¿Por qué no nos contaste? — preguntó Francisco.

No sabía qué responder ante esta pregunta o bueno si sabia que responder pero no sabía cómo decirlo en el orden correcto y sin romper en llanto en el intento; mis mellizos me miran esperando una respuesta, agaché la cabeza dando a entender que no deseo hablar sobre el tema y ellos lo entendieron; luego de estar unos minutos de silencio y acabarnos todo nuestro chocolate caliente un ruido fuerte vino desde el primer piso.

—¡Niños llegué! — se escuchó gritar a mi madre.

Los primeros en bajar fueron Francisco y Edgar, Marcus se quedó conmigo — ¿Bajas?

Asentí — Me pondré algo cómodo y luego bajaré.

Él asintió para luego salir de mi cuarto, abrí mi walk in closet y saque ropa ancha y cómoda, me puse unas zapatillas ya que iría a caminar, miré por la ventana para asegurarme de que ya no estuviera lloviendo y efectivamente ya no llovía, sin embargo, había pequeños charcos de agua; baje, me encontré con chica de ojos verdes, pelo rubio lacio, de tez blanca, labios delgados rosados, aquella chica trae puesto un vestido negro pegado que moldea su figura, unos tocones negros y también unos guantes negros que dan hasta sus codos, mi madre, Kaleey Frost, ella al verme sonrió levemente, supongo que mis hermanos ya debieron haberle contado.

—Hola madre — dije acercándome a ella para luego abrazarla.

—¿Cómo estás cariño? — preguntó correspondiendo con el abrazo, les hice una seña a mis mellizos preguntando si le habían dicho algo y ellos negaron.

—Bien madre — dije separándome con una sonrisa de boca cerrada.

—¿Cómo te ha ido en la empresa madre? — preguntó Francisco colgando el abrigo de madre en el perchero.

—Saldré un rato a caminar — comenté, mi madre asintió.

—Scarlet—

—Déjala hijo, quiere despejar su mente — dijo mi madre interrumpiendo a Francisco.

Salí de casa y me adentré en el bosque directo a un lugar donde solo mi padre y yo sabíamos, donde solía venir con él a contarme las historias tenebrosas del bosque. Al llegar a aquel puente de madera, suspire con una sonrisa recordando la primera vez que vine con mi padre; pase mis manos por los barandales del puente y varios recuerdos vinieron a mi mente, como si fuera una especie de película, varios momento aparecieron, desde los más felices hasta los más tristes; sonreí al recordar a mi padre y una lágrima cayó por mi mejilla.

Te extraño papá...