♕ 39. Sabe nuestras debilidades ♕

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Francisco

Llevamos toda la tarde buscando a Scarlet, según el imbécil de Antonio salió en medio de la clase de Biología; fuimos a los lugares que ella suele ir e incluso paseamos por el bosque pero no había rastro de ella, no contestaba mensajes, ni llamadas.

—Su GPS dice que está en casa — habló Marcus.

—Disculpen, me informa que Scarlet está en casa — informó Michael, quien nos miraba por el espejo retrovisor, él asintió y volvió su vista hacia el camino.

—Correcto, llévanos a casa Michael.

Michael dio media vuelta directo hacía casa, habían muchas preguntas en mi cabeza; al llegar mis hermanos y yo entramos, ella aun trae puesto su uniforme ¿Dónde has estado hermanita?.

—Se puede saber ¿dónde estabas? — pregunté, ella tenía su mirada fija en la chimenea prendida, mire a mis hermanos quienes traigan el ceño fruncido — Scarlet te estoy hablando.

—Tengo información valiosa — contestó Scarlet ignorando mi pregunta.

—Eso no fue lo que te pregunte — dije.

—Y tú crees que me importa tu puta pregunta — contestó molesta. ¿Molesta? ¿Por qué está molesta?.

—¿Por qué estás molesta? — se atrevió a preguntar Marcus — ¿qué ocurrió? — volvió a preguntar Marcus.

¿Por qué tiene que ser tan directo, cuando Scarlet está molesta?

Ella se paró y todos retrocedimos hasta caer sentados en el sofá, ella nos observó y caminó directo hacía la mesa y se sirvió vino — La información que tengo es valiosa, como también muy peligrosa — se volteó y caminó directo hacía el sofá de uno.

—¿De qué se trata? — me atreví a preguntar.

—Sobre nuestro pasado — Volteo a verme, ¿Ahora que hice yo? — sobre tu pasado, el de Marcus, el de Edgar, y el mío.

—¿Quien pudo darle esa información? — preguntó Edgar.

—¡Excelente pregunta! — dijo con ironía — no sé déjame pensarlo — ella chasqueo sus dedos — tú idiota.

—¡¿Qué?! ¡Jamás le daría información sobre nosotros! — se defendió Edgar.

—El día de la discoteca te emborrachaste y le contaste a Matteo ¡Carajo! eres tan idiota hermanito que aun estando ebrio le das información sobre tú propio pasado — contestó Scarlet enfadada.

—¿Y ahora que se supone que debemos hacer? ¿Matarlo? ¿Secuestrarlo y luego matarlo? — pregunté, ella negó dándole un sorbo a su vino — ¿no? Scarlet sabe nuestro pasado, sabe las personas que hemos matado.

Ella negó —No, solo sabe nuestras debilidades, las cosas horribles que pasamos, entre ellas lo que ocurrió con Antonio — ella hizo una pausa — pero sabes Edgar, no te pegare, ni te tirare este delicioso vino tinto, porque todo lo que le dijiste, es perfecto para mi plan.

—¿Debes estar bromeando? Reveló información sobre nosotros ¿y no lo golpearas? — pregunté indignado.

—No lo golpearé, ya que eso ayudó con mi plan — respondió, — cierto, estan bonitas tu colección.

—Gracias — dijo Edgar, él se quedó callado y luego corrió hacia su habitación — ¡No! ¡Mi colección! — gritó desde su cuarto.

—Y ese es su castigo — comentó — y para la próxima que vayan a abrir su boca, piensen lo que van a decir, idiotas — dijo para luego subir hacia su habitación, no sin antes acabar con el vino tinto de su copa.

—Yo ni siquiera hablo mucho — contestó Marcus.

Scarlet FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora