Scarlet
Auch...
Al despertarme, sentí un leve ardor en mis partes íntimas, vaya jamás pensé que bonito sería así.
Me pare y agarre mi bata, camine hacia la cocina y tome un poco de agua; me detuve unos segundos y empecé a analizar todo lo que había pasado ayer, demonios, fue la mejor noche de mi vida.
Abro un cajón y saco las pastillas del día después, me sirvo un vaso con agua y bebo dos pastillas; lo siento pero por el momento no deseo ser madre.
Unos brazos me envolvieron y sentí un beso en mi cuello — Buenos días — habló Matteo aun con la voz ronca.
— Buenos días bonito — dije dejando a un lado el vaso.
— ¿Para qué las pastillas? ¿Estas mal? — pregunto preocupado y negué.
— Es para no ser madre — respondí y él asintió.
— ¿Cómo te hiciste esas cicatrices? — pregunto.
Su pregunta me tomó por sorpresa, no sé qué responder ante eso, no puedo decirle la verdad, sin embargo, no quiero mentirle, no después de haber tenido una noche tan loca como la de ayer.
— Scarlet — él agarró mi cintura y me obligo a voltear, me encontré con sus ojos, él me mira con duda — ¿te hicieron daño?.
— Si — respondí, me hicieron daño, si me torturaron pero fue compensado yo los maté — fui secuestrada.
— ¿Qué? — preguntó confuso.
— Antes de que ¨murierᨠ— hice comillas con mis dedos — estaba secuestrada, me torturaron en todas las maneras posibles, ellos buscaban algo, buscaban información sobre mi familia, una noche espere a que se durmieran y escape — respondí y lo mire, su mirada reflejaba tristeza y odio ¿odio?.
— ¿Sabes quién fue? — si, si se quien fue pero ya lo mate, negué — ¿sospechosos? — volví a negar — te juro Scarlet, que si encuentro a esa persona, lo mataré con mis propias manos.
¡Boom! Una parte de Matteo salió a la luz, ¿Por qué esconderlo? ¿Por qué mantenerlo en la oscuridad? Matar es una de las sensaciones más hermosas de este planeta.
Matteo
Jamás había sentido tanta rabia en mi vida, jamás había sentido el impulso de romper todo, incluso puedo decir que tengo un pequeño impulso de matar a alguien.
Ella sostiene mi rostro — No vale la pena ponerse así, bonito — dijo Scarlet, suspire tratando de calmarme y asentí — de acuerdo me iré a bañar.
Ella se despego de mi y empezó a caminar directo hacia el baño, no pude evitar voltear y verla, su bata de seda roja, marcaba su figura, se ajustaba a ella y la hace lucir linda, que linda joder, la hace lucir hermosa; me sirvo un poco de agua y camino hacia el cuarto, al escuchar el sonido de la ducha abierta, no pude evitar asomar un poco mi cabeza, Scarlet esta bañandose, el agua cae por su rostro y recorre todo su sexy cuerpo, hay humo por todo el baño; carajo se que no debo verla, esto esta mal, pero es una adicción, es una droga, una droga realmente adictiva.
Scarlet
— ¿No piensas venir? — preguntó tomándolo por sorpresa, me volteo y me encuentro con Matteo.
— ¿Pu-puedo ir? — tartamudeo.
— Deja de hacer preguntas y solo actúa bonito — contesté
Matteo se desnudo y se acercó a la ducha — Mierda, esto está quemando — dijo al entrar a la ducha.
— No exageres, está tibio — conteste.
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Scarlet Frost
Roman pour AdolescentsLos Frost Una familia adinerada, misteriosa y según las malas lenguas, también peligrosa. Después de 10 años en Alemania, los miembros de la familia deciden volver a su lugar de nacimiento, un pequeño pueblo llamado Phembirt, sin embargo no será fác...
