Hataraku Saibou (Historias breves)

Nea y Nash: Los padres de Neo y Ash

Un resumen de como de conocieron, enamoraron, y formaron familia.

El padre de Nea Von Silber conducía (torpemente) turisteando por el centro del Distrito 14. A la familia Alemana le parecía fascinante como aquel distrito era un lugar lleno de múltiples culturas, una especie de ciudad santuario donde personas de todo el mundo se acercaron en busca de una vida tranquila o escapando de países en conflicto y terminaron creando un lugar maravilloso y multicultural.
Nea maravillada inclinada por la ventana miraba a las personas ir y venir. Despreocupados, platicando entre sí, algunos comiendo en la calle, artistas en las veredas. Era tan diferente a la calma y seriedad de su tierra natal que estaba extasiada con tanto color y ruido.

A pesar de tener 19 años, parecía una niña más pequeña. De baja estatura, menudita, alegre y curiosa. Esos enormes ojos de un azul grisáceo sencillamente tenían la inocencia de una infante. A momentos daba brinquitos desde el asiento suplicando a su padre detenerse para bajar rápidamente a tomar alguna fotografía.
En 5 minutos habían roto al menos 3 leyes de tránsito por complacer a Nea.
Era evidente que un policía los detuviera por estacionar casi en la acera para que la joven pudiera comprar su manzana confitada.

El señor Von Silver no manejaba el idioma local, solo lo básico. Sin embargo, su hiperactiva hija menor hablaba más de un idioma.

- Verzeihung, policía - Trataba de disculparse el padre de familia. Más el aspirante a detective Nash Zenshiro no entendía las palabras, más debía debía.plir con darle la multa por estar mal estacionado.

- Disculpe, no entiendo su idioma señor. Pero debo señalar que está mal estacionado, y no puede ir una niña colgada de la ventana - Decía el oficial mientras terminaba de escribir la infracción en su libreta. Nea se asomó sin importarle la presencia del oficial, chocó contra el pecho del uniformado quien por suerte no terminó tropezando.

- ¡Perdonar! No ver. Mi padre no hablar tu idioma. Ser turistas, perdón ¡Yo estar emocionada! ¡Linda ciudad! ¡Linda gente! ¡Lindo policía! - Celebraba Nea entre risas. Más el policía no podía dar pie atrás por la infracción de tránsito.

- Entiendo. Explique a su padre por favor, que debe presentarse en la comisaria a pagar la multa - Entregó Nash el documento a la joven rubia quien miró el papel un momento, se lo dio a su padre, le explicó la situación y volvió a la ventana a hablar con el policía.

- ¡Listo! ¿Dónde quedar comisaria? -

- Huh... siganme - El policía subió a su motocicleta y condujo junto al auto para guiarlos a la estación. Les indicó amablemente el procedimiento mientras la familia recorría el lugar como si fuera un museo, captando la atención de todos. Nash sentía una gota de sudor recorrer su nuca al ver como los padres de la muchacha eran casi igual de infantiles.

De la nada la rubia se había pegado al brazo del policía entre risas.

- ¿Poder tomar fotografía? -

Nash podría asegurar que ese parpadeo y mirada de cachorro eran a prueba de balas. Bastante bonita, realmente bonita, una inusual belleza: sentía como si le recordase a alguien.

- Eh... está bien - Respondió el policía avergonzado al ver a sus colegas reír por lo bajo por la incómoda situación la que se encontraba.

Definitivamente era un día anormal. En la mañana estaba reemplazando a un oficial de tránsito enfermo, y ahora estaba fotografiando a una familia Alemana en una celda. Estaban divertidos  fingiendo estar encarcelados y posando para las fotografías.

- ¡Policía ahora con nosotros! - Casi a rastras llevó a Nash para tomarse una fotografía con ellos. - Así como si estuviera disparando - Pedía Nea fingiendo ser una delincuente -