Hataraku Saibou (Historias breves)

... y estabas ahí

¿No les ha pasado que conocieron a alguien y no se dieron cuenta hasta mucho después?
A veces fuerzas superiores a nosotros nos ponen a la gente que necesitamos en frente pero no nos damos cuenta.

Y sólo estabas a mi lado...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- Bastardo presumido... - murmuró Rokuro cruzándose de brazos viendo como sus demás compañeros de la academia vitoreaban a su primo quien estaba apunto de terminar el circuito de obstáculos en tiempo récord.
Neo daba saltos perfectos esquivando los charcos de lodo y evitando las cuerdas que impedían el paso. Sólo quedaba escalar el muro de ladrillos de tres metros y tocar la campana.

- ¡Vamos Zenshiro! ¡15 segundos y rompes el récord! - gritó orgulloso el instructor quien veía como uno de sus mejores cadetes estaba a punto de marcar un antes y un después en la pista de obstáculos.

El chisme había corrido por toda la academia, todos se salieron de sus cursos para ir al gimnasio a ver lo que ocurría. Incluso su hermano que estaba en el primer año fue a ver a su hermano mayor y fastidiar a su primo también.

- Je, je... ¿Te arde que Neo te supere? - preguntó Ash picando las costillas de Rokuro con el codo, quién se lo quitó de encima para responderle.

- No es que me supere en el tiempo del circuito, es sólo que... Sólo míralo. Está loco, obsesionado con ser el mejor ¿Sabes que el imbécil lleva dos días corriendo una hora en la máquina corredora antes de desayunar? - preguntó el de ojos cubiertos, el menor se sorprendió, sabía que desde la muerte de su padre su querido hermano mayor estaba obsesionado con ser el mejor, una insana obsesión, a sus cortos 18 años, cerca de cumplir los 19.

_______________________________________

- ~♪ (...) Splendida luna, splendente nel cielo azzurro per gli innamorati ~♪ -

Las damas y sus esposos aplaudían sin levantarse de la lujosa mesa, aplaudían a la joven señorita Redfield quien hacía una dulce reverencia a los invitados de su madre.

- Mis hijos están llenos de talento, lamento mucho que no se encuentre Eren adorarían como toca el piano y el violín. Al menos pudieron oír a Eri - comentaba la orgullosa madre de la chica haciendo una señal a la niña para que se retirase de la sala, ella debía ser "la hija perfecta" pero no robarle la atención a su madre así que hizo "su acto" y ahora debía retirarse.

La joven muchacha de cabellera roja entró a su habitación, se quitó los zapatos y se lanzó a la cama.

- Odio cuando me hace cantar a las visitas... Bueno, es mejor que ir a sus ridículas fiestas - se quejó la chica mientras sacaba debajo de su almohada un reproductor MP3. Puso su lista de música favorita y se paró sobre la cama, una enorme cama de mantas rosas y comenzó a bailar "a su manera", de manera desordenada, dando saltos en la cama de vez en cuando, como sacudiéndose la "elegancia y clase" de esa jaula de oro que era su casa. Antes al menos tenía a su hermano para hacerse compañía, ahora ni eso, ahora estaba lejos en un internado.
Su madre venía a la ciudad de vez en cuando a ver su boutique. Tenían una lujosa vivienda en el sector alto de la ciudad para cuando venían a quedarse, pero no era por mucho, y ni la dejaba salir de la casa. Siquiera estar mucho rato en el jardín porque "la piel de una mujer fina no debe maltratar se con el sol".
La mayor diversión de Eri, era cuando su madre estaba entretenida fingiendo ser la mejor madre del mundo con sus amigas igual de vanas y vacías que ella, y así ella podía oír música, pintar, saltar en la cama, o llamar por teléfono a Lady y platicar con ella.