Después de soltar un gran suspiro, el joven 4989 pateaba una lata de refresco mientras seguia caminando cabizbajo. Estaba algo deprimido, hizo un gran trabajo defendiendo a células más débiles durante la sequía, pero lo único que recibió fue miradas de miedo y algunas de asco por parte de algunos glóbulos rojos.
Las únicas que siempre agradecían su labor eran las Macrófagas, y las dulces plaquetas. Pero, sentía que no contaban, pues eran colegas cercanas que, aunque no lo pareciera, también a veces se sentían mal por lo mismo, sólo que a ellas era mucho menos por ser más "agradables a la vista".El joven neutrófilo se sentía afortunado de tener a sus amigos, cuando niños no entendía porque los glóbulos rojos no querían jugar con él. Él era más sentimental que sus demás amigos y se notaba cuando algo le molestaba o lo hería. Con el tiempo entendió que le tenían miedo, no solo a él, a todos los glóbulos blancos, en especial a los leucocitos.
Ahora de adulto, bueno, de adulto joven. Si bien no lo lastimaba tanto como en su niñez, aún así seguía doliendole un poco la indiferencia de las mismas células por las que arriesgaba su vida.
- ¡4989-kun! -
Al alzar la vista vió correr hacia a él a la dulce AE3803, la adorable amiga de 1146. Le resultaba curioso, esa tierna amistad que tenía su amigo con una eritrocito. Al principio pensó que era algo tipo "agradecimiento" por parte de ella, después se dió cuenta que realmente eran buenos amigos y se alegró por ellos... Aunque sentía un poquito de envidia de la suerte de 1146 de tener la dicha de tener a una linda amiga que no lo tratase como un monstruo.
- Señorita Eritrocito, gusto en verla. ¿Buscas a 1146? -
- Ah, si. Bueno, en realidad no... ¿Él está bien? -
- Si, está patrullando el área del hígado con 2626. ¿Qué le trae por aquí? -
La dulce eritrocito le sonrió y le entregó una tarjeta. El ojigris pudo sentir una dicha inmensa que se vio reflejada en sus ojos que brillaban como estrellas al ver que la adorable tarjeta decía: "Muchas gracias por su trabajo Señor 4989" acompañado por un lindo dibujo.
- Oh, muchas gracias eritrocito. No debiste molestarte - agradeció con un enorme abrazo a la pelirroja que solo correspondió el cariño pero al separarse tuvo que admitir que no era de ella.
- Je, je... Estoy muy agradecida del gran trabajo que hace 4989-kun, pero en realidad, está tarjeta es de parte de mis compañeras que están escondidas detrás de la banca de allá - respondió la pelirroja señalando a tres muchachas que al verse descubiertas salieron corriendo. El albino solo pudo divisar a tres muchachas huir a toda velocidad.
- ¿De tus amigas? - preguntó incrédulo el ojigris.
- Así es. Ellas casi caen al rasguño el otro día, de no ser porque tú usaste una lanza con una hebra de fibrina para pegarlas a la pared mientras las plaquetas tapaban la herida. Ahora hablan todo el día de tí, y me pidieron que te diera la tarjeta... Ah, también esto - comentó la pelirroja abriendo su bolso y entregando una bolsita con golosinas.
El ojigris estaba haciendo un enorme esfuerzo por no llorar de emoción.
- ¿También es para mí? -
- Si, son galletas. Las chicas la hicieron para ti... No sé porque les da tanta vergüenza venir ellas sí hasta... -
- ¿Hasta qué? -
- Hum, no debería decirlo... Se molestan conmigo -
- ¡Por favor Red-chan! - suplicó el ojigris abrazando sus piernas melodramaticamente.
- Bueno, no les digas que te conté por favor. Pero le pidieron una fotografía tuya a la célula Dendritica. Creo que ahora son algo así como tus fans...
Oye, debo volver a trabajar. Nos vemos 4989-kun - se despidió la pelirroja volviendo a sus labores mientras el ojigris comía una galletita con lagrimitas en sus ojos.- Hoy es un día feliz *snif*, hoy es un día feliz~♪ -
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Hataraku Saibou (Historias breves)
FanfictionFanfics breves en un solo lugar (AE3803 x U1146 mayormente). Cómo serán historias cortas, las iré poniendo en este lugar ❤️