"La Caperucita Roja"

690 41 24
                                    


A continuación veremos cómo los Zenshiro cuentan un clásico a los niños.

Nick:

Hace mucho tiempo, en un lugar muy lejano. Vivía una niña con su madre, si solo con su madre porque su padre fue un menudo infeliz que no era necesario en sus vidas.
En fin, su abuelita vivía del otro lado del bosque encantado porque era una mujer ruda e independiente que le gustaba disfrutar de su privacidad. Pero un día de pesca seguramente se lastimó una pierna y ya no podía salir a recolectar sus alimentos así que Caperucita Roja dijo: "yo como niña buena iré a dejarle comida".

Va la Caperucita por el bosque cuando aparece un lobo feroz y trata de confundir a la niña para que tome el camino equivocado y así el llegar antes a la cabaña ahora que sabía que abuelita estaba más débil.
¿Pero que creen? ¡Caperucita no era para nada tonta! Del canasto sacó una 9mm y se cargó al lobo feroz, es mas, se hizo un abrigo de piel con el lobo y con la cola una bufanda para la abuelita.
Caperucita obedecía mucho a mamá y a su abuela y cuando le dijeron que no hablara con extraños y obedeciera solo a sus mayores conocidos ella hizo caso.
Fin.

Neo:

En un lindo pueblo tiempo, mucho tiempo atrás. Vivía una niña que solía vestir una bella capucha roja a las cual con cariño llamaban "Caperucita roja".
Un día, su madre le encomendó llevar una canasta con víveres a su abuela que vivía del otro lado del bosque, y le advirtió no desviar su camino, que era posible que algún ser malicioso pero astuto quisiera despojarla de su encomienda o hacerle algún daño.

En medio del bosque, la dulce niña se detuvo a recolectar frutas y flores para llevarle a su abuela. En ello, un feroz lobo malicioso se acercó con intención de sacar provecho de la situación.
Trató de convencer a la niña de tomar el camino más largo, y así llegar a la cabaña de la abuelita con el tiempo suficiente para devorar a la anciana y hacer alguna treta para la niña, porque era malvado. Caperucita engañada, tomó el camino más largo...
Al llegar a la cabaña, vió al lobo maniatado por la abuelita porque la abuelita era cinturón negro en artes marciales y Caperucita estuvo castigada una semana y sin cereal por no hacerle caso a su madre cuando le dijo que no tomara otro camino y no le hiciera caso a desconocidos.

Rokuro:

Había una vez una nena que le decían la Caperuza roja porque uff ¡Le quedaba bien el rojo! La cosa es que la nena era medio terca, la mamá le decía: "Caperuza que no vayas a joder al bosque, ya toma el camino que rodea". Pero la Caperuza estaba en su etapa rebelde y pues no estaba ni ahí con obedecer a mamá.
La cosa es que la Caperuza se quería independizar para irse a vivir con su novio y comenzó a vender Avon y Esika. Siempre andaba con su canasta con revistas y esos tupper feos de Avon, y siempre iba a venderle sus cosas a la abuelita que era la que más mugre le compraba porque no sé qué onda las viejas, siempre quieren más y más de esos tuppers feos aunque tengan un montón.
Iba por el bosque la nena cuando ¡Zas! El Brayan, un ladrón al que le decían "El Lobo feroz" aparece y le dice: ¡Dame la canasta!
Y la Caperuza: ¡No jodas! Y se echó a correr la tipa a casa de su abuela y el Lobo que más o menos la ubicaba corrió por el otro camino que era más largo y llegó a la casa de la abuelita. La vieja se quedó dormida viendo la novela y el Lobo la maniató y se disfrazó de ella porque encontró bien guapa a la Caperuza.
Llega la tipa y ni pendeja, OBVIO que se dió cuenta que era el Brayan, osea, bien pendejo el tipo pero como que le siguió el juego porque igual y no tenía nada mejor que hacer.

Cuando él lobo estaba distraído, la Caperuza le marca a su novio, que le decían El Cazador. El tipo llega a la casa y y le da senda putiza al ladrón y ya todos felices en la casa revisando las ofertas mecas de Avon. Fin.
Ah sí, moraleja... Hazle caso a tu mamá.

Hachiro:

Cuando la gente aún disfrutaba de la vida más sencilla, y la inocencia aún era propia del día a día. Una dulce muchachita que solía vestir una capucha roja brincaba entre dulces cantos rumbo a a cabaña del bosque donde su querida abuelita reposaba en cama a la espera de su nieta, quien llevaría víveres y medicina para la dulce mujer.

En su inocencia, la pequeña no imaginó que en el oscuro bosque podría encontrarse con un lobo patán que quería robar los víveres de la niña.
Cuando le preguntó a Caperucita a dónde iba, la niña inocentemente le contó todo. A lo que el malvado bribón, pensó en que sacaría más provecho si llegaba a la casa de la abuelita, así podría no solo asaltar a la niña, también a la anciana.

Inventó una carrera, y engañó a la niña para que tomase ella el camino más difícil y largo, mientras que él un atajo.
Llegó a la cabaña y amarró a la anciana en otra habitación, tomó unas ropas de la mujer y se metió a la cama con intención de hacerce pasar por ella

- ¡Abuelita! Que ojos tan grandes tienes - dijo la niña.

- Son para verte mejor - respondió el lobo, y así ante cada palabra de la niña que cuestionaba el inusual aspecto de la que se suponía era su abuelita. Hasta que hizo hincapié en sus dientes de lobo...

- ¡Son para comerte mejor! - respondió el lobo para asustar a la niña, más la pequeña Caperucita que siempre hacía caso a papá y a mamá saco su gas pimienta y le dió en los ojos al bribón. Corrió a llamar a la policía, y llegaron para llevarse a la cárcel al lobo malvado.
La niña fue inocente, no sabía que no debía confiar en la gente que no conoce, la culpa no era de ella. Pero ese día, la pequeña aprendió a qué no debe dar sus datos personales, no debe hablar de su rutina con desconocidos, y los padres de Caperucita tuvieron que responder en un tribunal de familia las razones por la cual mandaban a una menor de edad sola al bosque.

Ash:

Érase una vez en una tierra mágica y encantada, una niña apodada Caperucita roja porque siempre andaba con una capa roja.

La chiquilla debía ir a entregar una canasta con dulces, pasteles, bebidas, y chucherías a su abuelita quien estaba en cama con un resfrío porque era antivacunas. Nadie sabe cómo llegó a abuela con esa mentalidad, pero bueno...

La cosa es que antes de salir de casa, mamá le dijo: "Mija, nada de hablar con extraños. Ni comerte las cosas de la canasta no seas puerka".

A medio camino por el bosque, la tentación pudo más y sacó un poco de comida. La cosa es que comió y comió la condenada que cuando ya estaba por llegar a la cabaña no le quedaba casi nada. Desesperada la Caperucita se pone a buscar árboles frutales o algo para disimular que se tragó toda la canasta.

Encontró unas manzanas, unos hongos, y pues llegó con eso en el canasto.
Se puso a tragar con la abuelita y tuvieron tremendo viaje, los hongos eran alucinógenos.

Entonces que en medio del viaje por los hongos el par de pendejas llaman a la policía a decir que había un hombre lobo en el antejardín vestido de abuela. La policía no se iba a creer esa basura, pero fueron a ver qué onda porque estaba rara la cosa, al llegar se dieron cuenta de que estaban muy intoxicadas y sendo regaño que le llegó a la Caperucita roja.

Y es por eso, Nash que ya te dije que no te comas las porquerías que encuentras en el piso. A ver si con un cuento te queda más claro.

Umiko:

Érase una vez, una joven que vestía de rojo a la cual llamaban Caperucita Roja. Un día, le dieron de misión ir a dejar una canasta de provisiones a una mujer de la tercera edad. Para llegar al lugar indicado, debía atravesar el bosque, dónde se presumía habitaban animales fantásticos quienes podrían dificultar la misión, a lo cual Caperucita se armó de valor y se adentró en el bosque topandose con el malvado lobo feroz quien quería robarle la canasta.

La chica era fuerte y bien entrenada, así que tuvieron un duelo con armas en medio del bosque del cual Caperucita salió victoriosa y pudo concretar la misión.

Moraleja, si entrenas duro día a día jamás te pillara desprevenida ningún maldito lobo por muy feroz que sea.

Hataraku Saibou (Historias breves)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora