Ser fuerte

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- ¿Quién te hizo eso? -

- Fu-fue un accidente -

- Dime quién te hizo eso -

- Fue mi culpa, es que yo llegué tarde y el lugar era estrecho... -

- Jamás, jamás vuelvas a justificar algo como eso. Júrame que nunca más volverás a culparte por algo así, AE3803, júralo -

La eritrocito que sostenía una bolsa con hielo en su mejilla se sentía mal, "Hakkekkyuu-san" como ella con respeto y cariño jamás se había dirigido a ella por su código, siempre como "Sekkekkyuu" o "Roja". Ahora estaba ahí, molesto frente a ella, pero sabía que no era con ella directamente. Estaba herido, herido en el orgullo. En su rol de protector de aquel mundo, no pudo proteger a la única célula que merecía solo bendiciones y maravillas en su vida, la chica más dulce y amable de su mundo.

- Lo juro... -

Atónita la senpai de AE, la castaña AA5100 que acompañaba a su más joven amiga observaba en silencio como el neutrófilo interrogaba a la pelirroja con el rostro herido. Ella también se sentía fatal por ver ese lindo rostro con un feo golpe, un acto de cobardía total de parte de una célula. La joven repartidora agredida se rehusaba a hablar, se culpaba a sí misma de lo que había pasado. De no ser por una célula Dendritica la cual la obligó a atenderse la herida cuando le vió caminar de vuelta con la carga de CO² y ese feo golpe en el rostro, quizás no se sabría la agresión que sufrió. Era una situación grave, muy grave, y ella se sentía avergonzada por algo de lo cual no tenía la culpa.

Con amabilidad el varón de uniforme verde insistió en que contase lo sucedido, pero la chica comenzó a llorar en silencio. Sintió que era cruel insistir, y pensó que lo mejor sería llamar a algún amigo o amiga que le hiciera sentir apoyo. No fue difícil encontrar a su superior y solicitar su presencia, por cosas del destino 1146 el neutrófilo amigo de la pelirroja platicaba con Killer y Helper T cuando el varón de gafas recibió un llamado contando sobre una agresión, una falta grave que requería su presencia además de la presencia de la Célula Reguladora. El albino prestó atención a la historia, se sintió mal de saber que una joven fue agredida, pero al escuchar que quién se trataba corrió al lugar.

Al verla sosteniendo una bolsa de hielo en su mejilla siquiera la saludó, se acercó y quitó la bolsa para ver el golpe. La hinchazón era bastante, un color oscuro dejaba ver qué fue bastante fuerte, y ni hablar de sus ojos vidriosos e hinchados ... Sabía que había estado llorando mucho.

Y comenzó el interrogatorio.

Una vez que el albino escuchó "lo juro", a vista y paciencia de los demás tomó el bolso rojo de la eritrocito, lo abrió y vacío su contenido, encontró la libreta donde sabía que ella apuntaba las direcciones de las entregas y salió de la sala.

La célula Dendritica se hizo una idea de lo que iba a pasar e intentó detenerle, sólo iba a empeorar las cosas.

- Lo respeto mucho señor Dendritica, por favor, suelteme el brazo -

- 1146, esto no te corresponde. Esto es rol de la célula Reguladora porque estamos en un caso de agresión entre células sanas - respondió el varón de verde tratando de hacer entrar en razón al neutrófilo. Más con brusquedad se zafó del agarre y siguió su camino.

- Ese maldito mal nacido la golpeó con un tanque de oxígeno - respondió apretando los puños con furia.

El varón verde tuvo que respirar para ocultar el hecho que también sentía ira. Pero la chica no había dicho eso, fue muy poco lo que pudieron hacer que hablara.

- ¿Cómo sabes....? -

- Eso no fue una bofetada, sé de golpes, créeme. Ese hijo de puta la golpeó te con algo, y debió ser un tanque - fue lo último que dijo el albino antes de echarse a correr. El varón verde no lo detendría, no podría, ni quería. Se dió media vuelta y volvió con las chicas a la vez que los reguladores llegaban.

Hataraku Saibou (Historias breves)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora