Primer golpe

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Para entender esta pequeña historia, debieron leer Sentido de Pertenencia II.

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- ¡Neo! ¡Neo sube rápido! ¡El bebé!- la pelirroja desde la habitación en el segundo piso gritó por Neo que estaba en la sala con su hermano menor, Ash.

Ambos varones temieron lo peor, se vieron a los ojos un segundo antes de saltar del sofá y subir a saltos la escalera para llegar a la habitación listos y dispuestos de llevar a la chica a urgencias.

- ¡No temas Eri! - exclamó Neo.

- ¡No temas! ¡Te llevaremos con el doctor! Todo estará bien... - se sumó Ash ayudando a Neo a levantar a la chica de la cama.

- ¿Qué? ¡No! No es eso, el bebé está bien... Neo, se movió ¡El bebé se movió! Siente, pon tu mano aquí... - sugirió dulcemente la pelirroja tomando la pálida mano del varón que recobraba  el aliento al percatarse que todo estaba bien. Al tocar el vientre de su amada Rojita, un ligero movimiento lo hizo estremecer.

- ¿Fue el bebé? Ese...ese fue mi hijo - murmuró el varón de cabello platinado y ojos negros. Fue un movimiento apenas perceptible, pero fue más poderoso que cualquier cosa: fue una nueva vida.
El varón se limpió una única lágrima de emoción que logró escapar de su oscuro orbe negro antes de besar a la chica que en unos meses más sería la madre de su hijo o hija.

- Ash, no te quedes ahí... ¡Ven a sentir a tu sobrinito o sobrinita! - invitó la chica al futuro tío que estaba conmovido viendo a su hermano tan feliz. Puso la mano sobre el vientre de la chica, al cabo de unos instantes también pudo sentir un muy suave movimiento.

- ¿Ash? - preguntó la pareja a coro.

El pobre futuro tío estaba hecho un mar de lágrimas de felicidad. Se limpió los ojos rápidamente y con su clásica sonrisa trato de decir que estaba bien.

Ambos varones habían exagerado cuando oyeron a la futura madre llamar a Neo, pero tenían sus motivos para estar algo paranoicos. Ahora, ese futuro bebé les daba un bálsamo para los nervios al dar esa suave señal de vida, ese pequeño movimiento que les recordaba que ahí estaba, esperando por conocerlos.
Un motivo más para proteger.

Hataraku Saibou (Historias breves)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora