Hataraku Saibou (Historias breves)

Hataraku Saibou FRIENDS

Basado en el Spin-off

Nacer, educarse, trabajar, morir. A eso se resume la vida de muchas de las células del sistema inmunológico, es algo... ¿Simple? ¿Carente de sentido? Quizás para un humano, pero para seres que sólo conocen eso, no lo cuestionan porque es la única realidad que conocen. Pero hay algo que hace la vida de estos seres un poco más amena, les da un poco de significado: la amistad.

El líder de las tropas de despliegue T, un imponente rubio de negro uniforme, su sola presencia imponía respeto y admiración. Nadie sospecharía que era un joven sediento de interacción social. Pero es tan difícil para él hacer amigos...

- Debo mostrarme duro ¡Sólo así se mantiene el respeto! ¡Una célula inmunológica no tiene tiempo para mariconadas! - respondía con furia el Líder del Escuadrón; Killer T; o "Líder-san" como se referían a él sus subordinados; y "Killer X -san" o "Líder X-san" Como una confianzuda eritrocito de cabellera roja atada en dos trencitas bajas se refirió a él después de ser salvada en una ocasión.

Sus subordinados agachaban la cabeza derrotados, les quedó bien en claro que el líder no aceptaría que al gimnasio de las tropas entren células de otra especie.

- Fuu fuu~ y con lo bonitas que estaban las chicas que querían venir a vernos entrenar - se quejó en voz baja un soldado menor.

- Si, pero Líder-san tiene razón - respondió otro.

- Si, nuestro líder es tan serio y responsable. Somos afortunados -

Ellos no tenían ni la más mínima idea de que Killer "X" estaba detrás del pilar de soporte del edificio en completo regocijo al oír como sus subordinados lo admiraban.

- Bueno, al menos después de la jornada iremos al centro recreativo con las chicas - celebró el soldado más joven.

Killer prestaba total atención sin dejarse ver al oír eso. Se imaginó lo divertido que sería ir a comer y beber entre amigos y le encantó la idea.

- Si, lástima que líder no venga. No vale la pena invitarlo, él es muy serio para el karaoke y esas cosas -

El líder del escuadrón sufría en silencio al volver a su departamento. Es sí quería ir, quería "tener amigos" no solo subordinados. Él deseaba tanto tener amigos pero muchos le temían, se sentía patético de estar en posición fetal en la bañera con patitos de hule sufriendo cual colegiala que no es invitada a la fiesta.

- *Snif* Yo si quería ir... -

El rubio salió de la bañera, se dió ánimos a sí mismo. Se vió en el espejo,   y se ordenó a sí mismo ser: "amigable".

- Hoy vas a salir, vas a divertirte, y harás amigos - se ordenó a sí mismo.

Salió del departamento decidido, vió a unas pequeñas plaquetas jugar con un balón de plástico.

"Bueno, esto es fácil. Son niños y son amigables" pensó el rubio.

- Hola niño....s - sintió una daga en el núcleo al ver que los pequeños tomaron el balón y huyeron a toda velocidad detrás de un neutrófilo que pasaba por ahí.

- ¿Por qué molestas a los niños? - preguntó serio el neutrófilo de cabello liso y un ojo cubierto. Tenía una mirada algo penetrante, y en su gorra se podía leer "2145".

- ¡Yo no les hice nada! - se defendió el rubio sin darse cuenta que estaba causando más mirando en los niños.

- El señor Killer siempre está gritando y da mucho miedo - susurró una plaqueta, haciendo que los demás alrededor que miraban comenzaran a susurrar "lo villano' que era el rubio. El pobre Killer sentía que de hacía pequeño, tenía vergüenza, pero su rostro era casi previo a enfrentar al enemigo, y este estaba batallando por no llorar, no podía mostrarse débil, pero estaba sufriendo.

- Saben, estoy segura de que Líder X-san quería jugar con ustedes esta vez - exclamó una sonriente eritrocito tomando en brazos a la pequeña niña quien confiaba a ciegas en la pelirroja. La niña tomó la pelota y la lanzó al rubio que estaba sorprendido, él hizo lo mismo y la devolvió. Y sin darse cuenta, el neutrófilo, la eritrocito, el linfocito y las plaquetas estaban jugando con la pelota de plástico.

El rubio fingió que no le importaba realmente, siempre en plan de "verse genial" se acercó a la pelirroja.

- Ejem, gracias. No supe expresarme y esos niñatos hicieron un escándalo - bufó el rubio. Se sintió estúpido se maldecir a sí mismo.

"¡Mierda! ¿Por qué eres así Killer? ¡Sé amable! ¡Deja la puta soberbia!"

- Descuide Líder X-san~♪ sé que es muy amable en el fondo. Para eso estamos los amigos - respondió la chica.

Y fue inevitable.

Tocó un punto sensible.

Y esa linda sonrisa.

¿Siempre tuvo esa voz tan amigable?

Dos trenzas no es un peinado para "una adulta joven" pero, en ella se ve lindo...

Y esa sonrisa... ¡Esa estúpida sonrisa!

El rubio sintió como si su núcleo vibrase de alegría.

- Gracias, Eritrocito. Eres, eres... Buena, buena amiga IM 1235 - El rubio se sentía increíble, ella no era una subordinada así que no tenía ninguna obligación de respetarlo y hablar con él por temas laborales ¡Si era una amiga!

- ¿Hum? Je, bueno. Tal vez sólo Sekkekkyuu-chan ~- respondió la chica dejando en claro que él podía referirse a ella con más confianza.

Él se sintió extraño, era raro dejar de lado la formalidad. Era casi como si ella supiera que a él le cuesta socializar y le estuviera diciendo: "Te voy a ayudar, y no le diré a nadie. Descuida"

- ¿Kumihimo-chan (Trencitas)? Así no voltearía otro eritrocito si te llamo en voz alta - Para el rubio fue un logro inimaginable decir eso, fue amable, fue simpático, fue perfecto.

La pelirroja parpadeó un par de veces sorprendida, le agradó la idea. Era un apodo muy dulce - Me agrada -

Ella sonrió.

Él sonrió porque hizo las cosas bien...

Fue una lastima que el neutrófilo le diera de lleno con la pelota en el rostro al rubio tumbándolo al suelo con el orgullo herido.

- Sorry - fue lo único que dijo el albino  tomando el balón, devolviéndolo a la niña y corriendo a atender una emergencia. Casi salvado por la campana, sólo de despidió de la chica quien correspondió

- Cuídese mucho, Hakkekkyuu-san -

- Lo haré - respondió el albino con una leve sonrisa a la pelirroja que interpretó el golpe del balón como un accidente.

- Siento que lo odio... - murmuró Killer desde el suelo viendo al albino mirándolo con cierto grado de desprecio. Casi como una declaración de guerra.

Así es la vida a veces,

Sales buscando a un amigo;

Y haces un amiga,

Y de paso, un enemigo (?)