Hataraku Saibou (Historias breves)

Nero

El menor de los Zenshiro-Redfield era una mini réplica de Neo. Un adorable bebé de cabello perlado, ojitos negros pero brillantes, piel pálida, un pequeño risito un poco más arriba de la frente y una dulce sonrisita para cualquiera que se le acerque de manera amistosa.

Cada niño en esa familia tenía su personalidad bastante marcada, los mayores, los mellizos:
Kichiro, competitivo, asertivo, noble pero travieso. Un humor particular, y cambios de humor algo drásticos.
Nea, dulce, tierna, extrovertida, romántica y soñadora. Casi siempre vestida de colores pasteles, usualmente rosa.
Le seguía Neri, la pelirroja de "los ojos de mamá y papá".
Neri, tímida y algo introvertida. Silenciosa, muy lista, y muy apegada a sus padres. Afortunadamente, los tres se llevaban bastante bien, solo Kichiro y Nea peleaban de vez en cuando por alguna niñería pero esas diferencias no solían durar más de 15 minutos y volvían a estar como si nada.

Hasta ahí "sería la familia", decidieron Neo y Eri cuando la pequeña y dulce niñita aprendía a caminar. No porque se cerraran a la idea de agrandar aún más la familia, fue más porque los mellizos ya estaban en la escuela, no se iban a mudar de aquella casa por una más grande, esa casa era su hogar y querían que lo fuera siempre, sin olvidar ademas que los mellizos estaban en edades un poquito más complicadas ... Honestamente los niños ya estaban causando trabajo extra. El dinero no era problema, Neo ascendió en su trabajo, y Eri trabajaba a medio tiempo en la reciente fundación creada por su padre para ayudar a niños en riesgo social. No fue un acuerdo formal o por escrito, pero fue como un "mutuo acuerdo sin tener que decirlo".

Pero el destino es misterioso, algo travieso, más cuando se le dan motivos... Y no todos los anticonceptivos funcionan al 100% una cosa lleva a la otra, una náusea causa sospecha, y de pronto ese kilito extra comienza a moverse y ¡Sorpresa!

- ¿De cuándo comes sandwiches de banana y mayonesa*? -

- Lo haces sonar asqueroso, pero es delicioso - se defendió la pelirroja limpiándose algo de mayonesa del rostro mientras Amai se daba una mirada cómplice con Dibi antes de preguntar juntos: ¿Recuerdas cuando fue la última vez que te dieron antojos de porquerías como esa?~♪

- Hummm, hace como cinco años, cuando estaba embarazada de Neri... Oh, no, no, no, no, no -

- ¿Te operaste después de Neri? - preguntó Amai.

- No... -

- ¿Te pusiste un Dispositivo anticonceptivo intra uterino? - preguntó Dibi.

- No, me dió miedo... -

- ¿Tomas anticonceptivos orales o Neo se hizo vasectomía? -

- Es que, no. Bueno yo tomaba pastillas, es que a veces se me olvidan y cuando se me olvidan al día siguiente me tomo la que se me olvidó - se defendió la pelirroja.

- Bien, termina tu sandwich asqueroso y vamos ahora mismo al un centro médico - ordenó la castaña entre risas, mientras que Dibi sentía que el rostro se le ponía azul cuando Eri sacaba de su cartera un frasco de pepinillos en vinagre blanco.

- No puedo creer estar embarazada - murmuraba casi en shock la pelirroja comiendo como si nada sus pepinillos en vinagre.

Y esa tarde, se confirmó...

Los más felices eran los niños, Nea y Neri felices, convencidas de que sería otra niña, mientras que Kichiro a diario se encomendaba al cielo que fuera un varón.

- "De no ser por Nash estaría rodeado de mujeres" - se quejaba el varoncito haciendo reír a sus hermanas.

Eri estaba algo asustada, como no supo que estaba embarazada hasta ya casi el tercer mes se sentía culpable por no haber tenido los cuidados que tuvo con los demás embarazos. Se sintió estúpida por no haber notado que no le había llegado el período, pero debía ser honesta, era despistada, y a veces irregular con ciclos menstruales. A penas se confirmó en embarazo comenzó todos los cuidados habidos y por haber. Cuando le dió la noticia a su marido pensó que este se iba a preocupar pero... Una vez más la sorprendió: felicidad absoluta.