Feliz día Papá

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Sentido de Pertenencia II

La cocina de el hogar Zenshiro era un desastre, los dos niños de la casa llevarán toda la mañana tratando de hornear un pastel, recién al tercer intento el bizcocho quedó aprobado por Neo. Pues los anteriores fueron comidos a medias por Ash, mientras su hermano mayor no entendía como podía comer tanta porquería y no enfermar.

- Ahora le ponemos glaseado rojo, amarillo, verde, azul, rosa, y blanco - exclamó el más pequeño encaramado a la mesa con ayuda de una silla pues a sus tiernos 6 años aún era muy bajito.

- Sólo de un color, Ash - respondió Neo poniendo el bizcocho junto al ventilador para enfriarlo más rápido para poder glasear antes de que llegase papá.

- Arcoiris es un color, ignorante - respondió orgulloso su hermanito menor.

- Arcoiris no es un color - refutó Neo mientras Ash giraba el ventilador hacia él y se divertía con el viento que lo despeinada.

- ¡Ash es para el pastel! -

- Miiii voooooz se oyeeeee raraaaa cuandooo habloooo al ventiiiilaaadooooor ~♪ -

El mayor suspiró resignado, si hermanito tenía líos para concentrarse en algo. Era inquieto, pero dulce, no hacía las cosas con maldad alguna así que no se podía molestar con él, además, él era el mayor prometió cuidar a su hermanito a mamá y a papá. Tomó en brazos a su hermano y lo llevó a la sala entre las risas del menor por ser cargado como "bulto".

- Bien Ash, cómo tú eres la parte tierna le vas a hacer una linda tarjeta a papá -

- ¡Yeeeei~♪! ¿Puede ponerle lentejuelas? - preguntó el pequeño ojigris con sus ojitos de cachorrito. Pequeño, inocente, pero sabía que su ternura derretía incluso a su hermano.

- Claro -

- ¿Y puedo pegarle flores? -

- Sí, ponle lo que quieras. Yo voy a terminar el pastel - respondió Neo con intención de volver a la cocina.

- ¿Le puedo pegar un arcoiris? -

- Claro - Neo jamás imaginó que Ash lo decía literal.

El mayor puso el glaseado al pastel, con mucho esmero quedó bastante bonito, recordó el entusiasmo de su hermanito, se sintió culpable porque el menor quería "arcoiris". Tuvo una idea, se subió al estantería y encontró chispas de multicolor y le añadió al glaseado. Quizás no era un arcoiris como tal pero ya tenía muchos colores y eso pondría feliz a su hermanito, después de todo, era el regalo de ambos para papá.

- ¡Neo! ¡Mira, mira, mira! - el pequeño entró feliz enseñando un tierno dibujo hecho a crayolas donde estaba él, su padre, Neo y en el cielo mamá.

El mayor estaba feliz, el pequeño había hecho un buen trabajo y estaba orgulloso.

- Que bonito quedó Ash -

- ¡Ahora le voy a poner un arcoiris! ¡Ayúdame! Vamos al jardín - El menor tomó al mayor del brazo y lo arrastró al patio, abrió la manguera dirigió el agua al cielo para hacer una lluvia de fantasía mojando por completo al mayor. - ¡Neo! ¡Ahora atrapa el arcoiris! -

- ¡ASH CIERRA LA MANGUERA! - Ordenó el mayor siendo empapado al momento que entró el papá recién llegado del trabajo viendo la escena y largandose a reír a carcajadas por la inocencia de su hijo menor, y a Neo tratando de esquivar el chorro de agua. El padre cerró el paso del agua, y el menor corrió a abrazar a su papá mientras Neo molesto se estrujaba la ropa mojada.

- ¡Feliz día papá! No atrapamos un arcoiris... ¿No importa? - el padre volvió a reír por la ingenuidad del pequeño y le revolvió el cabello.

Hataraku Saibou (Historias breves)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora