"No sabía exactamente cuanto tiempo llevaba tocando el Violín, sus dedos estaban dormidos al sostener el arco y apretar las cuerdas, leía las notas de la partitura para no equivocarse, aun que sabía que debía ya haberla aprendido.
–Mal, muy mal– decía su madre caminando de un lado a otro– ¡es solo una canción, la misma que tocas siempre!
–Lo lamento madre– hablaba bajo y suave la pequeña de solo ocho años– mejoraré, lo prometo.
–¡Más te vale que así sea!– gritó histérica antes de quitarle con fuerza el instrumento– ¡lárgate de mi vista!"
–¿Kagome, sigues ahí?– escuchó la voz del otro lado del teléfono, respondió positiva mientras su hermana volvía a hablar– entonces, ¿si vendrás?
–¿Realmente ella desea que yo vaya?– preguntó masajeando su cabeza, su hermana no tardó en responder diciendo que si– bien...nos veremos allá.
La ojiazul colgó, dejó el celular a un lado de la cama y luego se tiró en ella, miraba el techo esperando que de algún modo su dolor junto a los recuerdos desaparecieran.
Cerró los ojos unos minutos después, habían pasado 12 años desde que su madre se fue con sus hermanos mayores y conoció a alguien, recordaba haber llorado, pidiendo no se fuera, prometiendo mejorar, pero aún así su madre no se quedó.
Ella y su padre se mantuvieron muy bien solos, hasta que tres años después él conoció a alguien, una mujer que era muy diferente a su madre, era cálida, amable, siempre cuidaba de ella como si fuese su hija biológica.
–¿Kag?– y ahí estaba ella, con dos tazas de chocolate caliente con galletas– ¿Estas bien?
–Si, eso creo– respondió tomando asiento y recibiendo una taza– gracias.
–Sabes que no debes ir si no lo deseas– hablaba Shizuka acariciando su rostro– nadie te obliga a hacerlo.
Kagome le sonrió, ella era demasiado buena, era una verdadera pena que no pudiera tener hijos propios, quizá por eso le daba ese amor, a una mujer rota, que de no ser por ella, estaría completamente perdida.
–Iré para no tener a mi hermana jodiéndome siempre– Shizuka la miró mal por su lenguaje– lo siento.
–Te ayudaré a empacar– le dijo con una sonrisa y se levantó yendo a buscar una maleta– Dime, ¿llevaras tu guitarra?
Kagome miró el estuche, si iría, al menos necesitaba un pasatiempo para no tener que compartir tiempo a solas con su madre.
Fue a su armario, no se preocupó por que cosas llevaría, solo sacó blusas, pantalón, vestidos y zapatos, luego bajó a comer y darle aviso a su padre de que iría a la boda de su madre.
•••
Viajar en avión nunca le había gustado, quizá por demasiadas películas donde habían accidentes, pero prefería dormir y escuchar música durante todo el viaje hasta que una azafata iba a decirle que estaban por aterrizar.

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One-shots Sesshome
Random•Ambientados en todo tipo de tiempo •Solo Sesshome •Algunos tendrán lemon