10

537 28 2
                                    


Estaba anocheciendo, ellos no perdieron tiempo, Lucas y Ashley sucumbieron a la tentación del cuerpo del otro, la hiena rodeaba sus peludas piernas en la delgada cintura de Lucas, guiando al conejo a su interior en cada embestida que el leporido daba.

Ashley guió las suaves manos de Lucas a su cuello, el conejo hizo caso y presionó suavemente sus finas manos en esa zona de la hiena, ella soltó quejidos y gemidos combinados, indicando una ola de placer en todo su cuerpo, la cual iba desde las manos del conejo en su cuello hasta el pene del mismo, entrando y saliendo de ella

Lucas empujó y empujó una y otra vez su pene dentro de ella, provocando que sus senos bailaran de atras a adelante con cada embestida. Ashley tocio un poco por la obstrucción del oxigeno, Lucas soltó su cuello y se quedó quieto encima de ella antes aplastándola que sujetándola.

Ashley se quedó quieta, debajo, con los ojos cerrados y el hocic abierto y jadeante, Lucas siguio encima, dentro de ella.

Esto no presentaba molestias a la hiena pues el conejo era muy ligero. En esa posición, Lucas se movió lentamente, para dejarla descansar y a su vez complacerla, chupó sus duros pezones, moviendo la delicada y rosada carne dura entre su lengua, ni bien las zarpas de la hiena rasguñaron suavemente su espalda blanca al volver a sujetarle. El conejo se movió de nuevo mas rápido.

Ashley no tardó en sentir sus movimientos otra vez, su vagina se estrechó en el miembro de Lucas, un placer visible la abrumó, todo su cuerpo empezó a temblar, y sus labios musitaron los suaves murmullos del nombre de Lucas.

Ni bien Lucas comenzó a chuparle sus duros pezones, la hiena soltó una descarga de miel de hembra, su interior palpito y apretó la suave carne de Lucas que no salió de su sexo. Lucas la embistió un poco mas, fue suficiente para que el conejo soltará una descarga de su propia esencia dentro de ella. Bendita fuera la naturaleza, el conejo podia llenarla de su esperma sin embarazarla.

Lucas la besó con lujuria y cariño, fue un beso torpe al principio pero que se transformó en un hermoso tacto de intimidad, un hilo de saliva se formó entre sus labios cuando ambos se separaron.

Lucas se dejo caer a su lado. Dejando que su esencia saliera de ella lentamente por su vagina.

Ashley se quedó tan quieta como si estuviera muerta, Lucas soltó un "¿te gustó?" pero debido a la delirante excitación y deleite reciente ni siquiera llegó a darse cuenta de la voz del conejo.

La hiena se dio media vuelta hacia un lado, con el pelaje de muslos, espalda y trasero desnudo. Hundió después la cara en la almohada, y suspiró pesadamente.

-¿Como demonios haces eso?..-Preguntó ella cansada.

-¿H-Hacer que?..-Preguntó el conejo limpiando su delicada y blanca intima, manchada en jugos de hembra.

-Ser un-..Olvidalo..-Suspiró ella antes de tomar algunos pañuelos, mismos que Lucas tenia en su mano libre.

-D-Dime, ¿Hice algo que te molestó?..-Preguntó Lucas.

-No, solo-..solo te dire que tus caderas no le hacen juego a tu carita..-Bromeo ella con una risilla que puso algo nervioso a Lucas.

El conejo se levantó y peinó un poco sus orejas, posteriormente se dirigió desnudo hacia la mesa, donde una bolsa de compras le esperaba.

-Oye Lucas, queria saber si me harias un favor..-Dijo Ashley desde el baño.

-¿Que sucede?..-Preguntó Lucas bebiendo agua de una botella.

-Queria practicar contigo lo del pedicure..-Explicó. Pues Ashley trabajaba en un salón de belleza, aunque si Lucas fuera sincero, de salón y de belleza no tenian nada. Era un local de aires clandestinos en el centro de la ciudad de Manchester, donde la hiena trabajaba.

Lucas Capítulo 1 (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora