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Un suelo de madera oscura, paredes blancas y un techo de color crema, los muebles eran sencillos y cumplían sus funciones, el lugar no era muy grande, apenas tenia tres habitaciones de las cuales una era un cuarto de lavado.

Toda esta descripción pertenecía al departamento de Jessica. La tigresa vivía bien, acomodada en una zona de terreno alto de Manchester donde podía verse el centro de la ciudad en su esplendor por la ventana.

Lucas se perdió en sus pensamientos hasta que escuchó a sus amigas en la cama, acomodó la cámara debidamente.

Lionarda empezó besando a Jessica, ambas conectaron sus hocicos y juguetearon con sus lenguas, la leoparda metió sus manos en la carne suave de la que conformaba los senos de la tigresa, esta jadeó suave y tiernamente, Lio río separando sus labios de ella y mirando a sus pechos.

Jessica suspiró y tragó saliva viendo como la otra felina jugaba con sus senos, ella no perdió ningún minuto para acariciarle los muslos, hundiendo sus dedos en su pelaje.

Lucas enfocó la cámara en ambas manos, directamente mostrando las muestras de afecto físico. Volvieron a besarse, esta vez fugazes e intensas, chupandose los labios desde el hocico de la otra. Lio recostó a su compañera en la cama, acarició suavemente sus muslos, toqueteando juguetona su sexo.

Jessica gimoteó un poco ante la tortura de la otra, estaba sumisa y pasiva, dejando que la tocase y usase como quisiera. Lio lamió los dedos de su mano y metió entre los labios carnales de Jessica sus apéndices, la hizo gemir, la hizo jadear y retorcerse, Lucas no perdió ningún momento ante la cámara.

Metió y sacó sus dedos de ella, chorreó un poco su sexo al acariciar las paredes rosadas, abrió sus piernas con la otra mano para exponer también su ano y dejarle una buena toma a Lucas.

Se agachó para lamer su clitoris expuesto, Jessica se acarició su propio pecho y mordió su mano para resistir la tortura sexual, Lionarda veía con ojos sucios a la cámara, seductores y sugestivos, posteriormente lamió la vagina de la tigresa sacando sus dedos llenos de jugos. Lamió suavemente, sin tapar a la cámara. Los muslos de la tigresa entre manos, los labios de Lio ya no saborean sino que toman todo lo que necesita para provocarle placer a la tigresa.

Tras un rato en ello, sabe que esta lista, hundio sus dedos en ella, y empezó a masajear su interior con rapidez, Jessica gimió y jadeo chorreando por todos lados.

Lio le ordenó se dé por vencida y lo suelte todo. Las convulsiones en su cuerpo desarreglaron la cama, sus piernas se retorcieron fuertemente rasgando un poco las sabanas hasta que un grito inunda la habitación. Todo un chorro de miel de hembra salió disparado de Jessica, Lio dejó escapar una risa de vicio y se lamió los dedos húmedos

La leopardo se bajó de la cama, satisfecha, mientras deja que el cuerpo de la tigresa se recupere. Lucas enseguida se acercó para mirar a su amiga, esta estaba jadeando y mirando al techo.

-J-Jess..-Dijo Lucas preocupado. La tigresa simplemente le miró con una sonrisa y levantó el pulgar.-¿Quieres agua?..-

-Me encantaría..-Susurró ella.

Lucas rápidamente fue por agua a la cocina, se encontró a Lionarda bebiendo como camello una bebida energética del refrigre, Lucas aprovechó para llevarle una a la tigresa quien la bebió rápidamente incorporándose en la cama.

El conejo tomó unos pañuelos y los dirigió a los muslos de la tigresa, ella con confianza hacia el macho se dejó limpiar sin problemas.

-¿Y bien?, ¿Vas a participar rabito?..-Preguntó Lio parada en la puerta.

Lucas perdió su mirada brevemente en el cuerpo de Lionarda, era curvilínea pero ancha, tenia el abdomen plano y unos senos gordos y respingados, las caderas anchas y un trasero jugoso, a si como una vagina muy bonita de color oscuro con rosado.

Lucas Capítulo 1 (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora