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La hiena caminó felizmente fuera de la casa, a cuatro patas y con un bozal con una correa, ella se movió gustosa por todo el camino de piedra fuera de su casa, Lucas salió con ella tomando la correa, abriendo la puerta y mirando a la calle.

La hiena caminó hacia el bosque, ningún auto estaba pasando, si bien Lucas pensaba que era denigrante llevarla de esa manera, la hiena se lo habia pedido, eso antes de comenzar el juego, conejo y hiena imitaron un paseo amo-mascota, uno en el que la hiena se paraba por ratos.

Lucas normalmente jalaba el bozal cuando se detenía, llegó un momento en el que la hiena pareció querer admirar el paisaje, era un bosque hermoso. Derepente Riah miró a Lucas con una mirada que exigía algo más, el conejo con incertidumbre en sus adorables ojos, el acarició suavemente la cara de Riah y le quitó el bozal para después guardarlo en su mochila de hombro.

El conejo se sentó debajo de un árbol mirando como la hiena se revolcaba en el suelo y disfrutaba sentirse libre en la naturaleza. Lucas cerró los ojos un momento para relajarse y cuando sus largas orejas detectaron ruido enfrente suyo y sus ojos se volvieron a abrir.

Lucas estaba en el suelo, con solo sus brazos apoyados detras de el, ella se acercó encima de el, gruñendo y mostrando sus colmillos en una sonrisa deseosa, eso le intimidó, pero su pene se puso erecto.

-¿R-Riah que haces?..-Preguntó Lucas, la hiena solo se acercó y desabrocho su pantalón lentamente, sacando su blanco y erecto falo frente a ella.

Una lengua, suave y muy humeda, lamio de arriba a abajo su pene, Lucas se retorcio cuando la hiena metió su pene en su bocs, el pasto se arrugo con su fragil cuerpo, el respiró agitadamente mientras la hiena probaba su cuerpo, su carne blanca se deslizó de arriba a abajo por dentro de su hocico.

Una vez Lucas sintió que podia tener un orgasmo, quitó a la hiena de su intimidad, ella le miró con ojos lujuriosos y se acostó boca abajo con las piernas abiertas y la vagina brillante, pues los fluidos de su intimidad la estaban lubricando a mas no poder.

Ella gimió al sentir el cuerpo de Lucas levantándose y abrazandola, ella se lo habia ordenado sin decir nada, El conejo se puso entre sus piernas, Lucas sintió la humeda vagina que rodeó su falo una vez este entró descaradamente. Era muy suave y estaba muy mojada por sus fluidos, el conejo bajó un poco más sus pantalones y se acomodó entre las piernas de la hiena.

Seguían en el bosque y la lujuria hacia que ignoraran eso, pues las caderas de Lucas se movieron por si solas, cual impulso natural, pues eso era, cuando un macho y una hembra empezaban a copular de manera consentida, lo correcto era seguir y no parar hasta que ambos se saciaran del placer.

El conejo abrazó su cintura, ella rasguño con cuidado su espalda al sentir su pene entrando en ella, gruñidos y jadeos salieron de su boca, lo estaba disfrutando, la cadera se Lucas se movio de manera rápida, salvaje y profunda. Pero ella no estaba comoda asi.

Ella se cambió de posición, sin avisar o decir nada, se puso en 4, Lucas la volvió a penetrar y subio en cima de ella, si, ella queria eso, su cuerpo se subio encima del suyo como animales, la estaba montando, la entrepierna de Lucas se mancho en fluidos vaginales, era el cielo, cada que la punta llegaba a su interior era una ola de placer para Lucas, el conejo usó sus garras, sus pequeñas y casi inofensivas garras de conejo tocaron los senos de la hiena rasguñandolos un pocl, Lucas se acercó al cuello de ella, lo mordio, no tenia colmillos pero queria hacerlo, ella jadeo fuertemente en cada embestida, el estaba aferrado a ella. Y asi, en esa posición, su esperma salió hacia adentro de ella.

Lucas se levantó y subió su pantalón agitado. Ella se acostó boca arriba agitada y dejando que la esencia de Lucas saliera de ella poco a poco, el conejo sacó algo del bolsillo de la mochila, una cadena, una cadena con 3 pinzas unidas a un pequeño anillo, dos de esas tres pinzas se aprensaron a los pezones de la hiena y la última a su clítoris, quien boca arriba solo pudo temblar de placer al sentir sus pezones ser pellizcados por plástico inofensivo pero duro. La hiena jadeo de placer, pues todas las partes conectadas a ella seguían sensibles y aún asi, Lucas puso una correa al anillo que unía todas las pinzas.

-Vamonos a casa Riah..-Mencionó Lucas con una sonrisa nerviosa.

Conectada a la correa, Riah obedeció las órdenes de Lucas al jalar sus senos y su clítoris, el conejo la hizo caminar encadenada camino a casa.

Lucas Capítulo 1 (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora