Lucas Capítulo 1 (Furry)

58

-Y dime, ¿De donde sacaste el que seas taaaan precioso?..-Preguntó la ardilla.

Desnudos, sin bañarse y oliendo a sexo, podría ser una descripción asquerosa, pero para Lucas y Sophia no había molestias en preparar la cena de esta manera. Inclusive, ambos llevaban un delantal sin nada de ropa por debajo, cocinando y partiendo vegetales.

-Mi mamá..-Contestó Lucas mientras cortaba los vegetales.

-¿Tu mamá era igual de bella que tú?..-Preguntó Sophia haciendo la misma tarea que Lucas.

-Era hermosa..-Murmuró el conejo sin dejar de cortar los vegetales.

Aunque la ardilla fuese algo insensible trasladando los temas hacia la madre de Lucas, no era algo que el conejo tomara a mal, no eran preguntas groseras o invasivas.

-¿Crees en dios Lucas?..-Preguntó la ardilla espontáneamente.

-Siempre he preferido no pensar mucho en eso..-Mencionó el conejo llevando los vegetales a una olla.

Encendió la mecha y dejó que los pedazos de zanahoria, tómate y cebolla se empezaran a cocer.

-¿Pero cual es tu opinión respecto a todo eso?..-Preguntó ella llevando sus vegetales al mismo lugar que el conejo.

-Creo que hay una fuerza mayor que dirige todo, más alla de nuestra comprensión..-Relató el conejo casi reflexivo.-¿Tu eres creyente?..-

-Masomenos, pertenezco a una religión pequeña a Gaia..-

-¿Gaia?..-

-La tierra, nuestro planeta, esta viva..-Contó ella, Lucas le miró con mucha curiosidad, nunca habia oído nada igual.-Pero todos pueden creer o no lo que ellos quieran, ¿No?..-Mencionó ella con una sincera sonrisa. Lucas asintió.

-¿Que piensan ustedes de la muerte?..-Preguntó Lucas.

-Que no es el final definitivamente, toda la energía de nuestra alma es prestada, y cuando muramos esa energia se va a Gaia con nuestra conciencia, y volvemos a la tierra como un unico ser..-

-¿Hay paz?..-

-Una infinidad de ella..-Comentó la ardilla.

Normalmente su actitud era traviesa, pero oírla hablar de Gaia mostraba cual amorosa podía ser por algo o alguien, Lucas pensó mucho en lo que ella decia.

-Per repito, cada persona puede pensar lo que quiera, ¿pero acaso no es lindo pensar que somos más que carne y hueso?..-

-No veo muy lógico pensar que somos solo eso..-Comentó Lucas.

Y la cena llegó, Lucas comió y pensó mucho en la conversación con Sophia, incluso seguía pensando en ella mirándose en el reflejo de lo que tenía debajo de el.

-¿Tio Lucas?..-Una voz llegó a sus largas orejas solo para ser ignorada.

El conejo siguió mirándose reflejado, una manzana estaba flotando sobre el caramelo.

-¡¡Tio Lucas!!-Gritó otra vez la voz.

-¿¡S-Si?!-Preguntó Lucas asustado.

Las risas no tardaron en llegar sobre el conejo paralizado, tres pequeñas y algodonosas cabezas se asomaban por encima del caldero de manzanas acarameladas.

-¿Nos das una manzana?..-Preguntó la voz.

Era suave, aguda e infantil, pertenecia a una niña de almenos siete años, era una conejita al igual que sus hermanos a un lado de ella, tenían los ojos grandes y eran gazapos adorables, aunque algo traviesos, la pequeña frente a Lucas se llamaba Mikaela y era hija de su hermano mayor Hughie.