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Las tres Ases conversan sentadas en el sillón de la casa Rosales. Elisa se ve animada en compañía de la que considera su verdadera familia.
—Me pareció curioso que tu vecina no estuviera mirando por la ventana esta vez –señala Tamara.
—Esa vieja copuchenta ni se ha aparecido por mi casa. Pero creo que podríamos hacer una reunión de catequesis para invitarla. Apuesto que la muy yegua trae hasta rosario –le dice Elisa a Amalia.
—Con qué cara se las da de católica a esa mujer. Es muy cínica.
Mientras las tres conversan animadamente, Benjamín trae desde la cocina una bandeja con café para sus mujeres.
—Aquí les traigo cafecito para esperar a mi hijo –dice el hombre, quien horas atrás recibió una llamada de Lucas diciéndole que se juntara con las Ases porque tenía algo que decirles.
—¡Gracias! –dicen ellas, tomando una taza y comenzando a beber.
Benjamín va a abrir la puerta que es golpeada por Lucas, quien entra apurado, cargando una mochila en su espalda.
—¡Lucas, al fin llegaste! –dice Amalia al verlo, muy contenta, poniendo su atención en lo bien que se ve el joven vestido de traje.
Lucas le sonríe, con ternura.
—¿Se puede saber para qué tanta insistencia en juntarnos? – pregunta Tamara.
—¿Pasó algo?
—Es que ustedes no se lo imaginan –dice el joven, sacando de la mochila que lleva puesta el enorme diamante con forma de prisma, que intentaron robar hace unos días.
Las Ases y Benjamín no pueden creer lo que ven. Al fin tienen la joya frente a ellos.
Las mujeres se acercan a Lucas para observar de más cerca la belleza del diamante. Antes de verlo, nunca pensaron que fuese tan grande y precioso. Tamara, quien ya lo había visto la noche en que fueron atacados por Cecilia en el hotel, no recordaba que fuese tan grande.
La banda de ladrones no da más de alegría. Benjamín, entre tanto festejo recuerda que la misión todavía no ha sido completada.
—Ahora sólo nos faltan tres diamantes y veremos a Álvaro Capote de rodillas suplicando nuestro perdón. El italiano se arrepentirá por haber matado a Alejandra y por enviarme a la cárcel.
Las tres Ases, más Lucas y Benjamín toman una taza con café y hacen un brindis por el triunfo.
"Definitivamente, ahora no hay nada en poder de Cecilia que me interese".
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Ases y los cuatro diamantes
AdventureDiez años después de caer en una trampa que lo puso tras las rejas por un delito que no cometió, Benjamín, líder de una banda de ladronas de fama internacional conocidas como Ases, regresa para vengarse del italiano, un millonario responsable de sus...