Cap. 7 - Si vis pacem para bellum (3)

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Una semana después

Ya se cumplen siete días desde que Tamara no ha vuelto a ver al resto de las Ases. Tratando de comenzar una nueva vida, se ha preocupado de pasar tiempo con su hijo, aprovechando cada instante que tiene con él. Porque sabe que cuando Carmen salga  a la luz y diga toda la verdad, lo perderá para siempre. Eso pasará muy pronto.

La chica entra a su departamento con bolsas de mercadería en la mano.

—¡Tila, ya llegué! –grita la chica, con una gran sonrisa en su rostro.

La morena va a la cocina americana donde deja las bolsas, comenzando a desempacar lo que compró.

—¡Cabro chico, ven! –Insiste, sin oír respuesta—. ¡Compré comida chatarra!

Al no escuchar al menor, Tamara decide ir a verlo a la pieza, donde no está. Entonces, detiene su mirada frente a una nota que está tendida en la cama. La chica se acerca y la toma.

"Es tú decisión... los diamantes o tu hijo. ¿Por qué es tu hijo, cierto?"

Un intenso frio recorre el cuerpo de la mujer, quien siente cómo su corazón late a toda velocidad.

—¡Álvaro! –grita la mujer, llena de ira.

Sin esperar más, toma su chaqueta y sale del departamento para reunir a la banda de ladrones. Al parecer, las Ases no tendrán derecho a dar vuelta la página, no tendrán derecho a borrar las consecuencias de sus actos en sus vidas.

El que se mete en el juego, no sale más. 

Ases y los cuatro diamantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora