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Mientras las Ases coordinan su nuevo atraco, al otro lado del mundo, precisamente en Madrid, España, Roberto Catalán arriba al aeropuerto, acompañado de una mujer rubia en estado de gravidez.
—No me siento muy bien –dice la chica, visiblemente embarazada.
—Aguántate –responde el español, sonriendo cínicamente—. Ese bebé debe nacer en Chile.
Los dos siguen caminando a paso veloz.
—¿Quién nos estará esperando allá? –pregunta la mujer. —La asistente de Álvaro Capote, el comprador. —¿Confirmaste todo con ella?—Sí. Así que no deberíamos tener ningún problema.
La rubia, quien es novia de Roberto Catalán hace varios meses sabe que esta es la única forma que tiene de demostrarle amor a su pareja. Él así se lo hizo saber. Con todas las ilusiones de conquistar de una vez por todas a ese hombre que tan esquivo le es, está dispuesta a hacer todo lo que le pida.
—Tú sabes que estoy haciendo todo esto porque te amo, cierto –le dice la chica, intentando obtener algo de atención.
—No te pongas sentimental en este momento. Lo único que me interesa ahora es recibir un suculento cheque por mi trabajo –responde Roberto, dejando frustrada a la rubia.
Horas después, el avión con el diamante despega rumbo a Chile.
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Ases y los cuatro diamantes
AdventureDiez años después de caer en una trampa que lo puso tras las rejas por un delito que no cometió, Benjamín, líder de una banda de ladronas de fama internacional conocidas como Ases, regresa para vengarse del italiano, un millonario responsable de sus...