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Año 2014
A medio de la noche, con la luz apagada, Elisa está sentada en el sillón de su casa esperando tener noticias de su marido. Desde el día anterior que no lo ve. Está preocupada, porque nunca, en todos los años que llevan de casados, él había pasado toda la noche fuera. Ni siquiera contesta el celular. Esto no es normal.
"Mi relación con Daniel no es más que una bomba de tiempo. Sé que cada segundo que pasa es un segundo menos que falta para que toda mi verdad salga a la luz. Me preocupa ese momento, no sé cómo reaccionará él y cómo reaccionaré yo. Lo amo, sí, una gran parte de mí está enamorada de ese hombre. Aunque sea violento y machista, estoy como tonta enamorada de él. Y ahora que no llega a la casa, no hace más que preocuparme."
Desde su habitación, Amalia entra al lugar, luego de escuchar que Elisa aún sigue despierta.
—Amiga, ¿estás bien?
—Daniel todavía no llega –responde ella.
—Pero no te preocupes. Lo más seguro es que esté al frente, con tu vecina –agrega Amalia, entre risas—. Como si fuese extraño.
—No. Él no está al frente.
Amalia se acerca a ella, sentándose a su lado.
—Lo mejor que puedes hacer ahora es volver a la cama y dormir. Después de haberle sacado ese diamante a la española tienes que estar agotadísima.
Elisa ríe.
—Sí, tienes razón. Qué loco todo lo que vivimos hoy día. Por un momento casi se me muere la mujercita esa.
—¡Ese sí que hubiese sido un problema grave!
Elisa se da ánimo, viendo la hora.
—¡Ya! Te voy a hacer caso y volveré a la cama. Daniel está grandecito para arreglárselas solo. Ya volverá.
Las mujeres se paran, se despiden y vuelven a sus habitaciones.
Cuando Elisa entra a la pieza matrimonial, ve que Daniel está sentado en la cama con la vista ida. El As se asusta al verlo ahí.
—Mi amor, qué estás haciendo aquí. Yo pensé que no estabas en la casa.
Daniel la mira, completamente asustado.
—Quién eres Elisa, quién eres realmente.
La mujer no sabe qué responder, esa pregunta la toma por sorpresa.
"No, no en este momento. Por favor, un día más... quiero disfrutar sólo un día más con mi marido."
—¿A qué te refieres?
—Vi y escuché todo lo que pasó en esta casa hoy día.
El As siente que le falta el aire. No sabe cómo reaccionar. Las palabras de su marido la han tomado por sorpresa y le revuelven el estómago. Comienza a recordar todo lo que pasó ese día en la casa y de qué está enterado Daniel. ¿Realmente sabe todo?
—Se suponía que nunca tendría que haberte respondido esa pregunta –dice la mujer, intentando salir del paso.
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Ases y los cuatro diamantes
AdventureDiez años después de caer en una trampa que lo puso tras las rejas por un delito que no cometió, Benjamín, líder de una banda de ladronas de fama internacional conocidas como Ases, regresa para vengarse del italiano, un millonario responsable de sus...