Cap. 6 - La estrella de las cuatro puntas (1)

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Año 2009

En la oscuridad del cine, muchas parejas disfrutan viendo una película. Entre ellas se encuentra Daniel, vestido con un pantalón beige y camisa celeste, en compañía de Elisa, quien deja caer sobre su blusa una larga cabellera color castaño. Abrazados, ella apoya su cabeza en el hombro de su novio.

—La gente no cambia tan fácilmente –le dice el hombre entre susurros.

—¿Por qué lo dices?

—Por Andrea –responde el licenciado en ciencias jurídicas—. Hace un par de escenas atrás odiaba el mundo de la publicidad y ahora se convirtió en una más de ese ambiente. Te insisto, la gente no cambia de esa forma.

—Yo creo que depende de las circunstancias de la vida. En este caso, Andrea se vio obligada a cambiar para mantener lo que ella creía importante.

Daniel piensa un momento, mientras Elisa recuerda su pasado como ladrona perteneciente a las Ases. Realmente ella pretende parecer una nueva persona.

—En fin, puede que tengas razón, mi amor –dice el joven—. Pero no te imagino a ti cambiando de esa manera.

—¿Por qué? ¿Crees que debería cambiar algo de mí?

—¡No, para nada! A mí me gustas tal cual eres. Inocente, recatada, una señorita –responde Daniel, sonriendo—. Tú eres una mujer para presentar a los padres. Eres una mujer para formar una familia y vivir en pareja hasta la muerte.

Elisa sonríe al escuchar las palabras de su novio, que los considera un piropo.

—¿Me estás pidiendo matrimonio?

—Creo que es una posibilidad, ¿no? –Responde el futuro abogado—. Ya estamos en edad de formar familia y a mí me gustaría hacerlo contigo. ¿O no lo habías pensando?

La chica acaricia el rostro de su novio para luego besarlo. Feliz. —Lo pienso cada vez que estoy junto a ti.
La pareja sigue viendo la película, mientras Daniel mira

disimuladamente a una chica con minifalda que está a pocos metros de él. Elisa se percata de ese detalle, su sexto sentido nunca la ha defraudado. 

"Esto es perfecto. Nunca creí que el amor fuese para mí. Ahora formaré la familia que siempre quise tener y que nunca pude ver en mis padres. Sé que algún día, cuando Benjamín salga de la cárcel volverá a mí para que yo regrese a las Ases. Ese día, yo estaré lista y dispuesta para volver a las pistas, pero por ahora, espero disfrutar del amor que siento por mi hombre, mi macho, mi Daniel". 

Ases y los cuatro diamantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora