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"La vida es un juego. La vida es acción. La vida es una aventura corta e intensa que puede ser muy provechosa para aquellos que aprenden a jugarla. La vida no es una dama, sino más bien es una perra que te quita todo lo que tienes sin remordimiento. La vida se parece más bien a un tablero de ajedrez. En mi tablero personal, yo soy la reina, en un momento tuve un rey, tuve peones y en vez de caballos y torres, tuve cuatro alfiles que fueron toda mi fuerza.
Soy Carmen Cortés, mejor conocida como Carmen San Marcos. Soy la reina de los Alfiles, la dama de los tesoros, la ladrona que todo policía quisiera tener en sus brazos. Este es mi juego, esta es mi vida. Estas son las revelaciones de por qué quiero ver muerto a mi ex marido, al que todos conocen como Benjamín Contreras."
1989
"Ahí está él. Guapo, muy guapo."
En el césped del patio de la Universidad Chilena, una joven colorina está sentada sobre sus cuadernos junto a su íntima amiga, Margarita, y un amigo flacuchento. Todos veinteañeros, esperan para entrar a su próxima clase.
La chica mira, sin disimulo a un joven que se encuentra con un grupo de muchachos. Todos vestidos con camisas de colores pasteles y blue jean. Este apuesto muchacho, engominado completamente y llevando una chaqueta de cuero café con mucho estilo sobre su camisa, ya se percató de las intensas miradas de Carmen.
—¡Papacito! –Dice Margarita, la mejor amiga de Carmen—. ¿Por qué no te le acercas, querida?
—Espérate un rato, quiero que me de la señal –responde la muchacha, sin quitar su mirada del galán.
—Carmen, ya basta de tus coqueteos, tenemos que centrarnos en lo verdaderamente importante –dice el otro amigo de la chica. —¡Ay Álvaro, tranquilízate, si estoy buscando nuevos refuerzos para nuestro equipo! –responde seria Carmen.
—Ya te he dicho que algún día caerás por un hombre. Eres demasiado...
—¡Caliente! –grita Margarita, quien comienza a reír con Carmen, ante el enojo de Álvaro quien se levanta del suelo, dispuesto a irse, molesto.
—¡Italiano, no te enojes, si es broma! –le grita Margarita,
mientras se aleja, perdiéndose entre la multitud de estudiantes. —Déjalo no más, si está celoso. Siempre se pone así cuando empiezo a ver gallos.
Margarita se mira las uñas de las manos mientras escucha a la colorina.
—¿Por qué no le das la pasada, amiga?
—Porque nosotros somos socios. Y tú sabes que todo se arruina cuando se mezcla el amor con el trabajo.—Pero igual Álvaro se muere de ganas –dice la chica.
—Y se va a tener que seguir muriendo no más, porque lo nuestro nunca llegará a ser.Carmen no deja de mirar al muchacho que se encuentra a lo lejos. Entonces, cuando no lo espera, ve que él se acerca lentamente hacia ella.
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Ases y los cuatro diamantes
AbenteuerDiez años después de caer en una trampa que lo puso tras las rejas por un delito que no cometió, Benjamín, líder de una banda de ladronas de fama internacional conocidas como Ases, regresa para vengarse del italiano, un millonario responsable de sus...