DxD III: Reunión con una princesa

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(Esto sucede antes del ataque de los héroes en el puente)

Frente a mí, Hyoudou Issei, había una enorme mansión que desprendía una sensación de majestuosidad antigua. De pie frente del Torii estaba Azazel-sensei junto con Leviathan-sama, que estaba vestida con un kimono y con el cabello atado en un moño.

—Oh, llegaron.

—¡Yahoo~☆! ¡Hola a todos!

A pesar de que han venido al mundo yōkai, los dos actuan igual que siempre. Entre ellos había una chica rubia. Ella era la misma chica que dirigió el ataque anterior. ¿Debería llamarla kyūbi-san?

En lugar de un traje de sacerdotisa de aquel día, ella llevaba un kimono emplumado de lujo como una princesa de la época de los Reinos Combatientes. Ah, realmente parece una princesita.

—Princesa Kunou, he traído a todos aquí.

La señorita zorra se dirigió hacia la pequeña chica rubia para luego desaparecer en una explosión de fuego... ¿Acaso eso era el zorro de fuego?

La princesa se nos acercó y comenzó a hablarnos.

—Mi nombre es Kunou, y soy la hija de Yasaka, la administradora de la vida en el interior y exterior de Kioto. —Después de hacer su presentación, inclinó la cabeza profundamente —. Siento mucho lo que hice. Los ataqué sin haberlos investigado. Estoy realmente apenada, por favor perdónenme.

Así que ella nos está pidiendo disculpas, ¿eh? Ella me mostró una expresión de verdadero arrepentimiento y apretó su kimono con sus pequeñas manos.

—Está bien —la voz de Xenovia me sacó se mis pensamientos, miré en su dirección solo para verla con una expresión comprensiva, algo que pocas veces se ve en ella—. ¿No es genial que todo este malentendido sea aclarado? No me importa siempre y cuando pueda disfrutar de nuestro viaje en Kioto sin más incidentes —dijo Xenovia. Probablemente no tenía ningún deseo de luchar aquí.

—Sí. —Esta vez fue Irina la que captó mi atención —. El corazón piadoso es muy importante para los ángeles. No tengo ninguna pizca de rencor en contra de su majestad —. Irina siguió a Xenobia, y Asia la siguió también.

—¡Si!, la paz en muy importante.

Dado que las tres ya hablaron, yo no tenía motivos para discrepar con ellas. Por cierto, haber dejado que las demás digan todo, fue realmente vergonzoso para mí orgullo como hombre.

—Así que eso es lo que sentimos, estoy muy bien también.

......

Después de hablar con Kunou y escuchar todo lo relacionado con este incidente, entramos a la mansión y de ahí fuimos escoltados hasta un gran salón. En el gran salón, Kunou tomó asiento sobre un zabutón en pose seiza; nosotros seguimos su ejemplo en otros cojines que había a una distancia frente a ella.

Nos quedamos en silencio durante varios segundos hasta que la puerta corrediza que daba acceso a la habitación se abrió, dejando ver dos figuras: una masculina y otra femenina.

La figura femenina pertenecía a la misma señorita kitsune que había sido tan amable de escoltarnos hasta aquí.

La figura masculina pertenecía a un viejo de nariz larga. Tenía tez de un llamativo color rojo, ojos dorados y esclerótica negra. Y vestía con ropas de un monje asceta.

—Disculpe la tardanza, señorita Kunou —habló el viejo mientras entraba a la habitación y caminaba hasta uno de los cojines que había en la habitación, la señorita kitsune lo siguió en silencio.

—No se preocupe, Kensuke-san, puedo llegar a entender lo que tu trabajo como la mano derecha de Sojobo-sama conlleva.

El viejo asintió y tomó asiento en el zabutón más cercano a Kunou, la mujer kitsune se sentó junto a él, en el zabutón restante.

—Esperaba que ese viejo se presentara aquí, me siento un poco decepcionado de no ver al viejo gordo en este lugar —Sensei se quejó con un falso tono triste. Sojobo... ese nombre me resulta familiar.

—Sensei, ¿Quién es ese tal Sojobo? —pregunté. El sensei me voleó a ver y contestó.

—Sojobo es el rey y dios de todos los tengus. Él habita en el templo que hay sobre el monte Kurama; lo conocí hace mucho durante la guerra de las tres facciones: él solo le hizo frente a un batallón de más de quinientos demonios liderados por Lucifer cuando este trató de tomar Japón. Je, ese viejo sí que es sorprendente, incluso para su gran tamaño.

¡Ahora lo recuerdo! Sojobo fue el maestro del legendario guerrero Minamoto-no-Yoshitsune.

—Gobernador de los ángeles caídos, Reina Demonio, hay algo que debemos decirles antes de comenzar esta reunión —El viejo tengu le habló directamente a Sensei y a Leviathan-sama. Ambos fueron tomados por sorpresa ante tal repentina declaración, pero solo se limitaron a asentir. El viejo tengu tomó aire antes de declarar algo que dejó en shock a todos nosotros.

—Sojobo-sama fue encontrado muerto afuera de su templo hace poco más de dos semanas...

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. No sé porqué, pero siento que algo muy malo sucederá durante los siguientes días.

Naruto: Akuma no NekoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora