Humo y un hedor putrefacto inundaba el ambiente; el lamento de la madera al ser lastimada por las poderosas llamas del incendio eran audibles por todo mi alrededor. Lugar al que miraba, lugar que estaba en llamas; sonido que escuchaba, lamento que le acompañaba. No me preguntes, quienquiera que oiga mi pensar o mi proferir, si al ver aquella escena quedé congelada o yerta; no quiero ni pensar en ello, porque incluso si quisiera describirlo, me faltarían las palabras para hacerlo. No estaba muerta, pero tampoco estaba viva; lo único que mantenía mi cordura y mi alma en cópula con esta cruel escena era una única razón:
—Oye hermana mayor, ¿Cuando lleguemos encontremos a papi y a mami podemos ir por un helado?
—Claro, yo me encargaré de convencer a madre y a padre para que nos lleven por tu helado favorito.
Aquella razón era una pequeña niña de cabello rubio, el cual contrastaba con mi cabello castaño, vestida con un lindo pijama con dibujos de ovejas. Mugre ensuciaba la prenda celeste. No pude evitar sonreír un poco cuando vi su amplia sonrisa de mejilla a mejilla que le arrugaba el rostro, además de la emoción e inocencia latente en sus grandes ojos de esmeralda.
—¿En serio? ¡¡¡Viva!!!
—¡Hey! Mantén baja la voz...
—¡Oh! Okey, lo lamento hermana mayor.
Ambas continuamos avanzando a través de la densidad del humo negruzco rojizo. El lamento de la madera y el bramar de las llamas era lo único que podía escuchar en las desoladas e incendiadas calles de mi aldea. Seguimos andando por las calles de la aldea hasta que vislumbramos dos figuras a lo lejos. Parecían estar danzando.
La figura más alta cortó distancia con la silueta varios centímetros menor. La figura de menor tamaño se encorvó hacia adelante, dejando que la figura mayor lo pasase y tropezase al suelo; la menor de ambas figuras se dio la vuelta, se montó sobre algo que la bruma no me dejó ver ni a mí, ni a mi hermanita, y alzó y bajó una mano con furor, vehemencia e ímpetu en repetidas ocasiones.
—Hermana mayor, ¿quién es ese?
Repentinamente la figura vislumbrante en el humo se detuvo de cualquier acción que estuviera haciendo en lo oculto; irguió el cuerpo y se volvió más voluminoso entre la bruma negruzca. El sonido de pisadas lentas y calmadas se acercaba hacia nosotras.
De la densa calígine emergió una figura alta. Vestía con una capa blanca que cubría todo su cuerpo y con una capucha que ocultaba su rostro. Aquel ser se nos quedó viendo fijamente a lucy y a mí. Sentí como si mi cuerpo y alma estuvieran siendo juzgados por sus ignotos ojos; instintivamente me coloqué frente a mi hermana para protegerla.
Aquel ser inclinó levemente e irguió la cabeza, mirándonos a mi hermana y a mí de pies a cabeza; después miro por encima de su hombro, mirando la bruma que había dejado detrás de él. Tanto yo como mi hermana miramos por encima de aquel ser que estaba frente a nosotros.
En el interior de la burma podía ver, confusa, lo que parecía ser un montículo, el cual a medida que el humo se diseminaba se volvía más nítido.
—¿Papi? ¿Mami?
—N-No...P-Padre...M-Madre...N-No
Cuando la bruma de dispersó pude ver la figura de mi padre, junto con la figura de mi madre; ambos yacían en el suelo, sus ojos rojos y, en el caso de los ojos de mi madre, llorosos. El brillo que testificaba que aún tenían hálito de vida se había esfumado. Sus yertos cadáveres yacían tendidos en el suelo, uno junto al otro.
Glop...Glop...Glop...
Un goteo me regresó a la realidad, miré al ser frente a mí y lo analicé una vez más de arriba abajo. Antes de siquiera llegar más allá del torso, me detuve para analizar sus manos: un liquido rojo que goteaba por sus nudillos manchaba sus manos negras que parecían guantes. Entonces todo tuvo sentido ante mis ojos, aquella figura que había visto danzar era mi padre, el cual luchaba contra este ser delante de mí y mi hermana. Y esa sangre que manchaba sus manos era la sangre de mi padre y madre. ¡Este maldito ser asesinó a mis padres! ¡Este maldito dejó huérfana a mi hermanita!
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Naruto: Akuma no Neko
FanfictionDescargo de responsabilidad: no soy dueño de Naruto o Highschool DxD, cada obra a sus respectivos autores: Masashi Kishimoto e Ichiei Ishibumi, respectivamente. Cabe destacar que esta historia, o en este caso, este fanfic, es de mi propia creación. ...