Naruto: Akuma no Neko

Arc. 1. Cap. IX: Príncipe de la destrucción

El ambiente era tenso. Naruto y Sirzech se miraban fijamente el uno al otro, analizándose con ojos agudos. Pasaron uno segundos en que ambos terminaran de analizarse mutuamente. Una sonrisa sincera se hizo presente en el rostro de Srizech.

-Te has vuelto en todo un adulto, Naruto -Sirzech fue el primero en hablar. Su voz era nostálgica al igual que la mirada en sus ojos. Internamente se sentía feliz de saber que Naruto, su amigo, casi hermano, estaba sano y salvo. Naruto sonrió, pero a diferencia de la sonrisa sincera de Sirzech, la sonrisa del azabache era una burlona e intrépida.

-Je, lamento no poder decir lo mismo de ti, Srizech, no has cambiado nada desde la última vez que ambos nos vimos en persona -dijo el azabache con una sonrisa y tono descarados.

-¿Qué has hecho desde la última vez que estuvimos en el mismo bando, Naruto? -preguntó el de cabellos carmesíes.

-No mucho -Naruto agitó su mano desdeñosamente -, solo el tipo de cosa que haría un miembro perteneciente a una organización terrorista, ya sabes, solo lo habitual -Sirzech no dijo nada, solo se mantuvo en silencio, viendo fijamente a Naruto.

- ¡Miren quién está aquí! -la voz de un hombre, acompañada por el sonido de aleteos, provino desde el cielo. Cuando Naruto miró hacia el cielo, vio la figura de un hombre de cabello negro con mechones en rubio, barba de chico rubia y seis pares de alas negras en su espalda, el era Azazel, el líder del grupo de ángeles caído, Grigori -. ¡El famoso Akuma no Neko!

-¿Eh? -Miró hacia arriba -. ¡Oh! ¡Pero miren quién es! -Naruto sonrió divertido -, no es otro más que el cadre pervertido de Grigori, Azazel -Azazel rio entre diente ante el apodo que había recibido.

-¿Qué es lo que haces aquí, Naruto? ¿Acaso ayudaste en todo esto? -inquirió Sirzech. Naruto asintió y negó con la cabeza, confundiendo a ambos adultos.

-Sí y no. Ayudé, pero porque fui obligado a hacerlo, no porque yo quisiera -Naruto respondió con tranquilidad.

-¿Entonces admites que has ayudado en este atentado terrorista? -interrogó Azazel, una lanza de luz ligera apareció en su única mano-no-robótica.

-No por gusto -respondió Naruto -. Aunque mentiría si dijera que no estoy disfrutando del espectáculo de allá -Naruto señaló con su pulgar en dirección de Issei en su Juggernaut Drive, que destruía todo, indiscriminadamente.

-Ya veo... -Sirzech dejó escapar un triste suspiro -, lo lamento, Naruto, pero debo detenerte aquí y ahora; ese es mi deber como Rey Demonio: neutralizar a cualquier amenaza para el inframundo...Pero ahora, como uno de los líderes de la alianza entre las facciones Bíblicas, mi deber es neutralizar a cualquier amenaza para la paz -El poder de Siezech se elevó, una aura roja rodeó al hombre de cabellera carmesí. El suelo alrededor de Sirzech se agrietó en forma de telaraña.

-Grandes palabras, Sirzech -Naruto aplaudió ante la determinación del pelirrojo. Mirando por el rabillo del ojo en dirección del dragón rojo, Naruto pensó: «Si inicio un combate con Sirzech y Azazel podría intervenir y volverse más molesto de lo que ya es...Debo alejarme de aquí la mayor distancia posible».

-¡Hey! ¡Espera! -Azazel gritó al ver como Naruto se comenzó a alejar con grandes saltos. Él y Sirzech, quien acababa de desplegar sus seis pares de murciélago, comenzaron a seguirlo desde el cielo.

Una vez se había alejado lo suficiente del área en el que estaba el sekiryuutei, Naruto se detuvo. Segundos después, Azazel y Sirzech descendieron del cielo y se pararon frente a él.

-Bien, ahora que no hay nadie que pueda molestarnos, ya podemos comenzar -Naruto sonrió con intrepidez y se crujió los nudillos con fuerza.

-Azazel -El mencionado miró a Srizech -, necesito que crees una barrera...No podemos dejar que escape -Azazel miró a Sirzech un tanto inseguro al entender la petición subliminal.