Capítulo XIV: Saru yōkai

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El fuerte sonido de una bocina de gas fue lo que despertó al joven descendiente del Rey Demonio. Sobresaltado y agitado, Vali se levantó en su cama mirando en todas direcciones solo para ver a Naruto, sentado en una silla, con un celular el cual tenía la imagen de una bocina de gas en su pantalla.

—Veo que ya despertaste —saludó el azabache —. Mira la app que descubrí, ¡Está genial!, ¿verdad? —preguntó entusiasmado mientras apagaba el celular.

El adolescente no respondió, su cabeza estaba siendo abordada por una terrible migraña; no recordaba absolutamente nada después que ambos brindasen.

—Ugh… ¿Qué diablos pasó ayer? —preguntó aturdido, su cabeza le dolía como el demonio.

—Bueno, anoche fuimos a un bar; platicamos y bebimos juntos, y nos divertimos en general…En especial tú y una de las camareras…en medio del bar… frente a todos —dijo con picardía.

Vali al principio lo miró confundido, eso fue hasta que una ola de vergonzosos recuerdos lo golpeó como una bala en la cabeza. Su cara comenzó a subir de tonos hasta que parecía un tomate maduro.

—Oh no… —murmuró, tapándose el rostro de vergüenza.

Naruto no lo soportó más y se echó a reír.

—…Debiste haber…escuchado tus gritos…de pasión —dijo entre risas. Encendiendo su celular, Naruto le mostró a Vali lo que había en la pantalla del dispositivo.

—M-Mierda…¡Me estoy por venir!
—¡Hágalo dentro, Vali–Sama! ¡Se lo imploro!
—¡Me vengo!
—¡Si…Khya!

En la pantalla del celular se podía ver una grabación de Vali, y una mujer pelinegra, teniendo relaciones sobre una de las mesas del bar mientras que todos salían de el local con rostro disgustados a la vez que el dueño del local les rogaba que se quedaran.

—¡Borra eso! —gritó el adolecente de cabellos plateados. Quería agarrar ese celular y destruirlo hasta eliminarlo de la maldita existencia.

—Está bien, está bien —dijo mientras borraba el video. Una vez todo se había calmado, Naruto volvió a hablar —. En fin. Debes bañarte, apestas a sexo y a una mezcla de semen y flujos vaginales-Dattebayo —dijo mientras con su mano agitaba el aire frente a su nariz.

—¡¡¡NARUTO!!!

……

Habían pasado unas cuantas horas desde que Vali se despertó. Actualmente ambos miembros de la organización de Ophis, se encontraban caminando por un largo sendero que conducía a “La Montaña de las Flores y la Fruta”, lugar en donde nació el mítico Buda, Sun Wukong; y que había sido habitado por el ahora casi extinto clan de los monos.

—Muy bien, el primer candidato a unirse a ti es un Yōkai de nombre Bikou. Él también es el último descendiente conocido de “El Gran Buda Luchador Victorioso”, Sun Wukong —Naruto anunció mientras leía un pequeño documento de papel, cortesía de Ophis.

—¿En serio crees que acepte unirse a mí? —preguntó Vali con estoicismo. La mayoría de herederos de grande títulos como “El Gran Rey Mono”, eran extremadamente egocéntricos y narcisistas.

Naruto solo lo despidió al agitar su mano con desdén.

—No te preocupes. Ophis dice que es uno de esos “chicos problemas”, además de que es un amante de las batallas, así como lo eres tú; por lo que creo que se llevarán bien.

—...No entiendo cómo es que lograste hacerte amigo de una persona como Ophis —dijo el descendiente del Rey Demonio, rascándose la nuca con confusión.

Naruto: Akuma no NekoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora