DxD VIII: Adiós..., Sekiryuutei...

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El campo de batalla se encuentra en ruinas, y entre los escombros yo andaba con paso incierto, tambaleándome y cojeando por cada dos o tres pasos que daba. No sé como estaba caminando si todas las fuerzas de mis pies habían desaparecido. Acababa de vencer al maldito Shalba de una vez por todas, solo que una bala infundida con el veneno de Samael logró impactar en mí.

Actualmente sigo caminando por el destruido sendero, llevando sobre mi espalda a una pequeña niña delgada de cabello negro vestida como lolita gótica, la cual se trataba de Ophis, la pequeña diosa dragona del infinito y la anterior líder de la Khaos Brigade. Mi visión se comenzó a volver borrosa... ¿Eh? Eso es raro ya que ni siquiera tengo sueño. El dolor que había estado sintiendo gracias a la maldición de Samael había desaparecido...... Eso sí que es raro......

¿Acaso voy a morir una vez más? ¡No! ¡No puedo morir aquí! ¡Aún tengo promesas que cumplir con los demás!

[¡Compañero! ¡Ya casi es la hora! ¡Azazel y los demás probablemente están por activar la "Puerta del Dragón" para nosotros! ¡Si eso ocurre, entonces lo único que faltará es que nos convoquen!]

¡Lo sé, Ddraig! Pero..., no sé si lo logre......

Seguí caminando por todo el tiempo que mi cuerpo me lo permitía, no podía detenerme, ya que si lo hacía seguramente terminaría muriendo. Aburrido en el silencio, hablé.

—Ey......, Ophis.

—¿Qué sucede, Sekiryuutei?

—¿Qué es lo primero que harás una vez vuelvas a tu casa?

—¿Casa? Yo no tengo un lugar al cual volver... Sin la totalidad de mi poder sería desintegrada si tratase de permanecer en la Brecha Dimensional.

—Entonces puedes volver... conmigo..., a mi hogar.......

—¿El hogar del Sekiryuutei?

—¡Sí! Puedes quedarte conmigo; podrías convivir junto con Asia e Irina. Entonces...., puede que con las demás también puedas hacer-......

¡Pum'!

Mis pies me abandonaron y caí de bruces al suelo. Durante mi caída sentí como el peso sobre mi espalda que era Ophis me abandonaba; tal vez ella haya usado su levitación para evitar ser arrastrada conmigo al suelo. Mierda... mi cuerpo se siente pesado. Como pude me volteé hacia el cielo, quedando viendo las nubes que sobrevolaban el lugar. Sentí un par de pequeñas manos que me sostuvieron por los hombros de mi armadura, y después sentí como era arrastrado hacia atrás en el suelo. Finalmente mi espalda fue apoyada sobre una superficie sólida que se sentía como una roca grande. Escuché el sonido de la tela deslizándose por una superficie plana hasta que oí el sonido de algo suave tocar el suelo junto a mí.

Volteé hacia mi lado, viendo la figura de Ophis, la cual estaba sentada junto a mí, con sus manos abrazaba sus rodillas y apoyaba su mentón entre la separación de sus rótulas. Suspiré y regresé mi vista al cielo. Una fragancia llegó a mí...: me recordaba al olor del cabello de Rias...

—Oye, Ophis. ¿Alguna vez ye has enamorado de alguien?.........

Idiota, ¿qué estás diciendo?...... Pero..., puedo ver ese hermoso cabello carmesí en mi mente...

—¿Qué es "enamorarse de alguien"? He oído eso en varias películas que he visto a lo largo de mi existencia, pero en nunca lo he comprendido.

—¿Enamorarse? No sabría darte una definición como tal, pero puedo darte unos consejos para como identificarlo, según mi propia experiencia: primero que todo, sientes una felicidad indescriptible, un cosquilleo cuando está cerca y una gran desesperación de volverlo a ver cuando él no está a tu lado; después, todas las horas del día te las pasas pensando en aquella persona: no hay momento en el que no sea así; y por último, lo que te hace dar cuenta de lo que sientes, es que cuando estás con aquella persona te sientes en paz, completa, en tu caso, y de una forma que nunca has sentido antes. Te complementa de una forma que tú misma sabes que nadie nunca podría hacerlo.

—Así que eso es el enamoramiento....... Entonces, si lo que estás diciendo es verdaderamente cierto, eso significa que yo... estoy... ¿enamorada?

—¡¿Qué?! —no pude evitar gritar de la sorpresa y conmoción. Mala idea ya que el dolor que mi cuerpo había olvidado regresó con fuerza—. ¿Y-Y quién es ese afortunado...? —hablé mientras me aguantaba las ganas de gritar. La vi esconder su rostro entre sus rodillas... ¡Espera! ¡¿Eso que vi en ella fue un sonrojo?! ¡Guau! Seguramente ella ha de estar demasiado enamorada de aquella persona como para ponerse así.

—...uto...

—¿Eh? No te escucho.

—Naruto..., la persona de quien estoy enamorada es Naruto... Él es de quien, según lo que dices, yo estoy enamorada...; aunque aún no comprendo del todo esto que las personas llaman enamoramiento.

—¡¿Quééééééééééé?! ¡¿Naru-¡? ¡¡¡Gah!!!

Escupí una gran cantidad de sangre... o bueno, un extraño líquido hosco. Mi vista se está yendo hacia atrás y mis párpados se vuelven cada vez más pesados.

[¡Compañero, reacciona! ¡Todo el mundo está esperándote en casa! ¡No les falles!]

Sí..., lo sé. Asia...., ella es una bebé llorona: así que tengo que volver rápidamente; Akeno-san... es una persona frágil, que aunque no lo parezca, lo es; Koneko-chan... me alegra saber que ella está cuidando de Ravel; Xenobia e Irina.... Ahhh... aún recuerdo cuando fueron mis oponentes.

—¡Gah! —Escupí más sangre. Después sentí algo suave y frío tocar mi frente.

—Ddraig. La maldición en esta persona ya está circulando por todo su cuerpo. Él está a punto de llegar a su límite.

[¡Lo sé, Ophis! ¡Ya lo sé! ¡Pero él no morirá! ¡Él siempre se ha mantenido de pie!]

Rossewise-san... Gasper... ¡Dense prisa y vuelvan a casa!

[¡Vayamos a casa compañero! ¿Qué estás haciendo? ¡Levántate! ¡Siempre lo haces!]

Sairaorg-san......, Vali......, sé que prometí que no moriría aquí.... Parece que no podré cumplir con esa promesa......

...Rias....... La única chica que he amado......

"Ise. Vuelve a mí, no importa como"

—Te amo, Rias........

Me alegro........ de que pude por lo menos decirte eso.............

Naruto: Akuma no NekoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora