Naruto: Akuma no Neko

Epílogo

Issei cayó de rodillas al suelo, jadeando agitadamente mientras el sudor resbalaba por su frente y caía al suelo. Nauto también estaba jadeado, aunque con un poco más de calma que el castaño. El azabache se levantó del suelo y se limpió el sudor de la frente.

—Piensa en lo que te propuse, joven Hyoudou.

—¿Y a este que le pasó? —Naruto miró sobre su hombro para ver como el grupo de héroes se acercaba a él. Siegfried, que había hablado, señalaba a Issei con una de sus seis espadas.

—Vimos como estaba a metros de llegar a ti, pero solo pasó de largo para segundos después caer de rodillas —explicó Heracles. Issei, que seguía de rodillas, se levantó con esfuerzo.

«¿Tres semanas en una ilusión es tan poco tiempo en el mundo real?», se preguntó a sí mismo mientras se terminaba de levantar.

—Utilicé Tsukuyomi en él —respondió Naruto a la pregunta de Siegfried y el resto.

—¿Tsukuyomi? —Cao Cao cuestionó mientras un vago recuerdo pasaba por su mente. Miró a Issei y habló —. Me sorprende que no hayas colapsado mentalmente después de haber pasado por esa técnica —comentó mientras recargaba su lanza sobre uno de sus hombros. Estaba por volver a hablar, pero todos sintieron una punzada de peligro en sus espaldas. Todos miraron al cielo, solo para ver una de las esferas de chakra del kyūbi acercarse a ellos.

Naruto trazó sellos de mano y, con un poco del chakra que le quedaba, bloqueó la esfera de chakra con un domo de madera que impulsó la esfera de chakra en otra dirección.

Naruto deshizo su técnica y miró en la dirección donde estaba peleando Kurama, Yu-Long y Sun Wukong.

......

¡¡¡ROOOOOOAAAAAAARRRRRRGGGGG!!!

Kurama mordió a Yu-Long por la cola y lo lanzó contra un plano de árboles, destruyendo gran parte de la flora del lugar.

—¡Extender, bastón! —Sun Wukong, que estaba parado en la cima de la copa de un árbol, extendió su bastón con el cual golpeó a Kurama en el rostro, tumbándolo contra el suelo. Kurama se recompuso del golpe y miró en dirección de Sun Wukong.

—¡Maldito saco de pulgas! —gritó antes de comenzar a crear otra esfera de chakra súper denos. La "bijūdama" era, por mucho, más grande que las anteriores—. ¡Bijūdama! —Al momento de disparar la inmensa esfera de chakra, Kurama desapareció en una enorme cortina de humo que cubrió todo el plano rodeado por colinas. La esfera viajó en dirección de Sun Wukong, el cual se alistó para bloquear el ataque, pero este solo pasó por encima de él.

«Esa dirección —Sun Wukong miró como el ataque pasaba sobre las colinas que rodeaban el claro arbolado—. ¡Va a Kioto!», miró hacia Yu-Long —. ¡Yu-Long! —exclamó el nombre del Dragón de Jade, el cual se levantó.

—¡Ya lo sé! —gritó en respuesta mientras volaba lo más rápido que podía para detener la bijūdama.

—¡Más rápido! —gritó Sun, que había subido al lomo del dragón.

—¡¿Qué crees que estoy haciendo?!

La bijūdama se precipitó hacia Kioto y, en cualquier momento, erradicaría la ciudad por completo, sin dejar supervivientes. La densa esfera de chakra estaba por caer encima de la ciudad, pero Yu-Long logró interceptar el ataque y interponer su cuerpo para retener la esfera.

—¡Viejo! ¡Necesito tu ayuda, esta cosa arde demasiado! —gritó el gran dragón esmeralda mientras con sus garras y cuerpo hacía un gran esfuerzo para contener la inminente explosión que sería la detonación de la bijūdama.