LOCO❝jjk

𝟎𝟏𝟒

JEJU ISLAND, 2015.
JUNGKOOK.

—¿No te quedarás esta noche?— negué, su expresión de decepción me toma con la guardia baja—Está bien, nos veremos cuando puedas.

Mierda.

—Tal vez pueda venir, pero algo tarde.

—¿Seguro?

—Claro. Acabaré rápido.

Vuelve a mostrar una sonrisa, asiente.

—Vale, voy a estar pendiente, pero, está bien si no puedes, otro día será.

No me gusta dejarla sola tantas horas. Yess es tan especial, por eso no soy el único que está viendo en su dirección.

Mataré a todo el que se acerque.

—Hey— le acerco— dijiste que habría una fiesta a la que te gustaría ir esta noche.

—Si, pero no pasa nada si no voy.

—Ve. Jisoo irá.

Levanta ambas cejas, se apoya de mis hombros.

—Dijiste que no te gustaba la idea.

—Y no me gusta, pero, no puedo mantenerte encerrada todo el tiempo. Solo, hay reglas; llámame si pasa algo y yo pasaré a recogerte.

Estoy intentando no verme muy ansioso o desesperado, pero, es algo que quiénes me acompañan ya han notado.

—¿Se puede saber por qué acabamos el trabajo antes?

Observo por el retrovisor, niego.

—No.

Ellos son muy lentos, interrogar a alguien no toma tanto tiempo y Jisoo me ha llamado, no le contesté y por eso me mandó algunos clips. De todas maneras, soy la niñera de Jisoo, tenía que ir por ella sí o sí aunque poco me importe lo que le suceda.

—¿Entonces?

—Vamos por la hija del jefe, si tanto necesitas saberlo.

Se quejan, como siempre, Jisoo nos quita tiempo con sus salidas e intentos de llamar la atención de su padre, así que ya no se sorprenden.

—Entendible. Pero, relájate, no la van a matar.

Suspiro.

—A ella no le pasará nada, el verdadero asunto es quién está con ella en esa fiesta.

—Vale ¿Quién?

—Mi novia, jodido genio.

Estaciono, hay silencio.

—¿Discúlpame?— bajo primero, ellos me siguen—¿Tú tienes qué?

—No es un qué, hablamos de un ser humano, no un puto objeto. Busquen a Jisoo.

No debemos hacer filas o pasar filtros porque nos conocen, así que solo bajan la cabeza y esperan a que terminemos de hacer lo que sea que tengamos que cumplir. De esa manera ellos se evitan problemas y yo no pierdo minutos valiosos.

Mientras ellos se encargan de encontrar a Jisoo, yo busco a Yeseol con la mirada entre este mar de cabezas que, apenas me notan, abren paso.

Como tiene que ser.

No veo nada, tengo que recurrir a rastrear su teléfono y así dar con ella más fácil, pero, odio hacer eso porque se siente demasiado invasivo, claro está que ella no sabe que he puesto dicho rastreador allí, si se entera, tal vez se enoje.

Ya no hay necesidad, las encuentro a ambas, Yeseol intentando quitarse de encima a un sujeto que parece adorar molestarle. Marco a su teléfono, la veo sacarlo del bolso.

Él se lo arrebata, parece pedirle atención. Me encoleriza ver cómo intenta ponerle los dedos encima y que Yeseol intenta alejarse pero no la deja porque, evidentemente, es más grande y fuerte que ella.

Acaricio el mango de mi arma, vuelvo a marcarle, él contesta, cuelgo, apunto al celular adherido a su oreja y disparo. Grita y yo cierro los ojos un segundo mientras me acerco al sitio, se retuerce en dolor, casi a punto de desmayarse.

Yeseol permanece en absoluta quietud, impresionada.

Espero a que el resto llegue hasta aquí, les pido que escolten a Jisoo, la música se detiene, evidentemente se acabó la fiesta y yo extiendo mi mano frente a Yeseol. Pienso en que no la tomará.

Pero ella no duda y la aprieta.