𝟎𝟓𝟎

3.4K 643 104
                                    

JUNGKOOK

—¿Qué?

—No puedes estar cerca de Yeseol en tu estado mental actual. Lo más extraño y grave es que lo reconoces, lo admites y hablas de tí mismo siendo dos... personas distintas habitando un mismo cuerpo como si fuese algo normal.

Mis piernas empiezan a sentirse inquietas, al igual que mis manos, ese sonido agudo y molesto se aloja en mis orejas.

—No le pago para que me diga que tengo qué hacer respecto a mi vida personal. No hable de Yess.

—¿Y no te importa hacerle daño?

Retráctese. Jamás haría eso.

—¿Cómo lo sabes? ¿Tienes control sobre tu otra personalidad?— relamo mis labios, evitando mirarle— Ahora mismo estoy con Jungkook, no sé si voy a enterarme de cuando esté con Jeon.

—Él es tranquilo.

—Necesito saber si solo existe Jeon o hay más, vamos a... realizar algunas pruebas, si quieres, podrías contarme sobre lo que pudo desencadenar la aparición de esta otra versión tuya— niego— tal vez algún problema en tu niñez.

—No.

—Tal vez se trata de un trauma. El trastorno de identidad se presenta como un mecanismo de defensa, es una reacción, Jungkook, algo muy malo tuvo que sucederte.

Rasco mi cabeza, sintiéndome incómodo.

—No tengo más personalidades, como usted las llama. Somos solo Jeon y yo contra el mundo y, jamás le haría daño a Yess— dejo eso en claro— la amo, él la ama.

—¿Y cómo demuestra Jeon su amor? Si dices que no habla mucho.

—Protege. Él cuida.

Suspira, vuelve a sentarse.

—¿Cómo fue tu infancia, Jungkook?

Tendría que preguntarle a él, porque yo no recuerdo demasiado.

—Mm, como la de todo niño hijo de narcotraficantes. No tuve muchos amigos, nunca me gustaron las mismas cosas que al resto y por eso soy tan especial ahora— sonreí— fuera de eso, nada más que comentar.

—Me parece que más bien no recuerdas.

—Me gusta decir que mi vida comenzó cuando conocí a mi mujer.

—¿Por qué?

—Empecé a tener propósitos y me creé una meta; darnos lo mejor. Antes de ella, no me importaba manejar este negocio, me conformaba con mi título del mejor matón que Kim tenía, ya sabe, ser siempre el segundo al mando—empiezo a tener sueño— pero, Yeseol merece todo, así que apunté más alto, quise ser mejor para ella, porque ella requiere protección y respeto. Nos han hecho mucho daño... pero estoy saldando deudas.

—Entonces ella es tu centro.

—Ella es mi razón. Es mi persona.

—Dependencia emocional— niega— estás loco, Jungkook, y ella está todavía peor al estar contigo— escribe—y eso no es sano. Me gustaría tener una sesión con ella.

Arrugo el ceño.

—¿Para qué? ¿Qué va a decirle?— encoge sus hombros—¿Va a pedirle que me deje? Le diré quién está loco. Usted al pensar que lo dejaré hacer tal cosa.

—Tienen que estar apartados, al menos un tiempo.

—No soy un sujeto de prueba para que experimente. Le repito que está aquí solo para escucharme, no para darme órdenes.

—Solo te digo que ustedes dos juntos no son una buena combinación— se levanta— si surge algo, le avisaré a ella sobre otra sesión, por ahora creo que terminamos esta.

Camina hasta la puerta, le llamo, él voltea. Pero me he quedado dormido.

Cuando despierto, tengo a Yess abrazándome desnuda en el sofá de la oficina y después de unos parpadeos, sé que he vuelto a ser yo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando despierto, tengo a Yess abrazándome desnuda en el sofá de la oficina y después de unos parpadeos, sé que he vuelto a ser yo. Veo a mis nudillos.

Entonces nos hemos encargado de él.

—Amor—le hablo, lucha para abrir sus ojos, está cansada— lo siento.

—¿Mm?— señalo las marcas de mis dedos en sus caderas y piernas, mira y sonríe— No pasa nada, mi amor. Me gustó.

—Ya veo— reímos—Yess. Si alguna vez te hago daño, tienes que decírmelo.

Levanta la cabeza y me mira extrañada.

—¿Qué te dijo ese hombre?— procedo a contarle todo, tardando un par de minutos que terminan en ella bastante molesta—No voy a dejarte nunca.

—Lo sé, yo tampoco voy a dejarte— digo, nos acomodo mejor en el reducido espacio— supongo que, esa es la razón por la que pasó lo que pasó. Enloquecí, entré en pánico.

Me acaricia el rostro, todavía con rastros de enojo en sus expresiones.

—Entonces hiciste bien en matarlo.— asiento— Debes hacer lo mismo con todo aquel que intente separarnos. Promételo.

Anotado.

—Lo prometo.

—Lo prometo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LOCO❝jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora