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JUNGKOOK

—Haremos lo siguiente— comencé una vez había una buena cantidad de hombres al pendiente de todo— comenzaremos recuperando el territorio que Kim robó a los Jeon, para eso lo padre está aquí.

Quisiera que no le dieran demasiada importancia al hecho de que la cabeza de mi familia está presente, pero también sé que es inevitable por varios motivos muy aparte del parecido que ambos tenemos, la diferencia está en que mi padre es mucho mayor. Retomo la palabra.

—Kim no puede pararse de la cama y no lo hará en los próximos tres, cuatro días, tenemos que tomar tanto terreno como podamos.

Papá se levanta.

—Toda la isla si es posible— dice, ellos se miran entre ellos como si con la mirada pudiesen comunicar que aquello es imposible— se va a correr la voz pronto, si no es que ya todo Jeju se ha enterado de la caída de Kim.

—La noticia ya debe haber llegado a oídos del gobernador— mis ojos buscan los de Yeseol por instinto— así que lo más probable es que esté buscando donde esconderse.

—¿Él sabía que esto pasaría?— pregunta Seokjin y parece que es una duda que tenían todos—Entonces los supuestos tratos que Kim tenía con el gobierno...

—Son ciertos, estaban aliados— decido dejar que mi padre sea quien los ponga en contexto— habla.

Asiente.

—Los terrenos del gobernador son míos. Esa casa, fortaleza y más, me pertenecen— murmullos— no voy a entrar en detalles sobre como los perdí, no es relevante, lo que sí importa es que los quiero de vuelta. No me importa si no recupero al menos parte de Seúl, deseo Jeju, así que nos vamos a centrar aquí.

Jeonghan levanta el índice.

—A mi sí me importa Seúl, es parte de mi herencia, así que me llevaré a algunos de ustedes para recuperar mis condominios.

—Pueden elegir quedarse con nosotros— les recuerdo— o esperar a su jefe original, cuando Kim despierte y esté de nuevo en condiciones... los que quieran quedarse con él pueden hacerlo, sin embargo, deben tener en cuenta que él ya no posee ningún rango de poder— y este es solo el inicio para recuperar todo lo que ese tipo me ha arrebatado— todo esto es mío ahora, no hay vuelta atrás.

Para mí sorpresa, Choi es el primero en dar un paso al frente junto a Seokjin en muestra de apoyo. Sé muy bien que va a pedirme más adelante y él nota eso.

—No voy a pedirte nada más.

Blanqueo los ojos.

—Bien. Quédatela, pero luego de arreglar cuentas con ella, no antes.

Intenta esconder su sonrisa, es inevitable y asiente, sé que son muchos los que son fieles a mi porque yo he cuidado de ellos en este mundo, así que de una forma u otra van a devolverme el favor.

Papá sonríe a la par mía.

—Muy bien. No me gustan los traidores, así que, elijan bien lo que harán de ahora en adelante o me veré en la obligación de expulsarlos de mi familia.

Hablando de traidores.

—¿Y Mamá?

Una vez Jeonghan se ha ido, papá me sigue el paso a lo largo de los pasillos del segundo piso.

—La encerré en casa, así no puede salir a engañarme.

Llegamos al despacho de Kim, él se queda en la entrada, recargado en el marco de la puerta y yo camino directo hasta la caja fuerte dónde sé que están todos los documentos que necesito. Un traspaso de bienes que él mismo validó y que yo nunca quise firmar fingiendo que no me importaba nada de lo que posee.

—Firma esto cuando yo no pueda moverme, hijo, dejo todo en tus manos.

Mira en lo que nos hemos convertido, las mismas manos a las que les ha confiado todo, son las mismas que van a matarlo.

—¿Estás seguro? Con eso firmado, empieza todo.

Sonrío.

—Lo sé, es tan emocionante.

Hace mucho tiempo que no me causaba tanto placer el saber que podía jugar al asesino.