LOCO❝jjk

𝟎𝟏𝟗

YESEOL

Amo profundamente tomar duchas frías cuando siento mis músculos cansados y adoloridos. Además, no sé si Jungkook estará en casa temprano o tarde, mejor estar preparada para cuando llegue.

Escucho la melodía que tiene mi teléfono, Jungkook está llamando así que tengo que correr a buscar donde lo he dejado, está en la cocina, junto a la licuadora dónde todavía queda un poco de jugo de uva, contesto.

—Amor mío—no responde— ¿Jungkook? ¿Otra vez marcaste con el trasero?

No hay respuesta, escucho puertas abrirse y la voz de Jisoo. Está preguntando qué hace Jungkook allí.

Oh, subió a su habitación.

—¿Por qué actúas sorprendida? Estabas escuchando lo que hablábamos allí abajo.

—Tengo mejores cosas qué hacer, Jungkook. Alucinas.

—Ya.

—Pero dime, de qué hablaron, tal vez sea jugoso.

—Pues lo de siempre, tu padre todavía quiere obligarme a casarme contigo.

Siento otra vez mis músculos tensos, mis hombros caídos y de nuevo, el jugo de uva tendrá que esperar un rato más. Tomo asiento.

—No le hagas caso y ya, nunca lo escuchas.

—Mm, menos mal que tú respetas a Yeseol. Dime si me equivoco.

—Lo hago. Es mi amiga, no podría no hacerlo.

Jungkook levanta la voz, creo que ha cerrado la puerta.

—¿Me crees imbécil? Por supuesto que lo haces, todos estos años cuidándote el culo y dejandote ser amiga de Yeseol cuando eres una maldita hipócrita, mentirosa.

—¿Disculpa?

—¿Tú padre siendo el que dice que nos casaremos entre los negociantes y socios importantes? Pura mierda, es tu culpa, tú has esparcido los rumores.

—¡Malditamente no he sido yo! No me importas en absoluto. Debo aguantarte.

Mis brazos pican, mis manos y piernas igual. Muerdo mi pulgar antes de levantarme e ir por mi abrigo.

—Ya debes estar contenta. Tendré que dejar a Yeseol para estar contigo.

—¿Qué? ¿Papá lo ordenó...?

No lo hizo, le está mintiendo.

—Lo hizo.

Hay un silencio de siete minutos, estoy saliendo de la casa cuando escucho a Jisoo decir la más grande de las idioteces.

—Tal vez es lo mejor, Jk.

Maldita perra.

Uno de los guardias me ve y niega.

—El jefe no está y Jeon habla con la señorita Kim.

—Qué bueno.

Entro, me siguen el paso, uno de ellos alcanza mi muñeca y jala de ella con la intención de sacarme, no me dejo, grito y, sé que mi novio tiene un radar cuando se trata de mí. Escucho sus botas, asoma la cabeza y baja en saltos al verme.

—Suéltala—ordena, tocando el arma en su cinturón— ahora.

Obedecen, soy libre de nuevo y mi destino es la habitación de aquella arpía. Jungkook no me deja, me detiene.

—¿Qué? ¿Esperabas que estuviera tranquila luego de escuchar eso?

—No te dejé escuchar para que subas a arrancarle el cabello. Lo hice para que sepas con quién no debes juntarte, de ahora en más, ya no verás a Jisoo.

—¡Ella se atrevió a fijarse en tí! ¡Es su culpa que nadie me respete en este lugar! Todo porque creen que eventualmente vas a abandonarme por ella. Jisoo avivó la llama, los rumores.

—Lo sé. Pero sigue siendo mi responsabilidad, piensa con cabeza fría.

Me suelto de su agarre, sé que es gentil, pero estoy enojada. Tomó su rostro entre mis manos y cierro los ojos un segundo antes de volver a mirarlo.

—Eres mío.

—Lo soy. No me perderás.

—¿Qué pasa si este asunto que es pequeño ahora, se sale de control más tarde? No vas a darles gusto.

—Obviamemte no. Buscaré la manera.

—La manera que buscas, es irnos.

—No puedo irme y dejarlo a él con todo el poder que tiene, nos encontraría y estaríamos muertos.

—Por ahora tienes que-

—Tienes que calmarte, tú. Vuelve a casa, llegaré en unas horas.

Es mío.